viernes. 29.03.2024
Elena Torres, TELEPRENSA.COM

 Un poquito de coherencia

"...lo que no tiene mucho sentido, como estamos escuchando por parte de presidentes de distintas autonomías, es que se disponga el cierre de bares y restaurantes y a la vez se reconozca que éstos lo están haciendo muy bien y no son el foco"

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), ha anunciado que este domingo se volverá a reunir el comité técnico-científico creado para analizar la pandemia con vistas a adoptar nuevas medidas para frenar el nivel de contagios. Ya adelanta que un cierre de la hostelería y restauración está sobre la mesa así que el ‘pánico’ se ha adueñado de un sector que no ve la manera de sacar la cabeza de un pozo en el que cada vez le hunden más. Y digo bien. La cuestión es que después de permitir, con todas las medidas de seguridad habidas y por haber, abrir sus establecimientos, las restricciones se han ido sucediendo a modo de soga en la que se ven ahorcados lentamente pero de manera continua.

El vicepresidente de la Junta y socio de gobierno, Juan Marín (Cs), cree, sospecha, intuye, vaya usted a saber, que lo que se disponga el domingo afectará a todo el territorio por igual, sin embargo, las cifras son francamente muy distintas. Nada tiene que ver la incidencia de Granada y Sevilla con la que se registra en Almería, por lo que sería enormemente injusto que se aplicaran las mismas limitaciones a todas ellas.

Además sería bueno saber la procedencia de los contagios, especialmente de aquellos que tienen consecuencias letales, porque lo que no tiene mucho sentido, como estamos escuchando por parte de presidentes de distintas autonomías, es que se disponga el cierre de bares y restaurantes y a la vez se reconozca que éstos lo están haciendo muy bien y no son el foco que nos lleva a aumentar la cifra de positivos.

A estas alturas de la película, hartos de tanto chillido político, -uno puede entender la tesis de ‘prueba y error’ para dar con la mejor tecla ante la falta de antecedentes en este tipo de situaciones pero no el griterío de contradecir a otro sin tener certeza de nada-, lo que el ciudadano pide es que al menos se sea coherente con las medidas que un presidente disponga. Que si se equivoca rectifique pero al menos que no caiga en la estupidez de decir “el problema no está en los bares, pero los voy a cerrar”, porque algo tengo que hacer.

 Un poquito de coherencia