El alcalde de Almería me deja más tranquila. Hoy, el día del regreso a las aulas, -Filomena me temo que ha hecho caso al Colegio de Médicos que pedía un retraso y estoy segura que más de un alumno ha decidido esperar al 11 para volver a las clases-, cuando se nos anuncia una nueva cifra ‘récord’ de contagios en la provincia, Ramón Fernández-Pacheco nos sorprende con unas simpáticas declaraciones y nos dice que el comercio "se ha dinamizado bastante" y la hostelería "ha funcionado bien” durante estas fiestas de Navidad. Que pena que estos argumentos tan optimistas no nos los haya adornado con datos económicos contundentes, que seguro él maneja, que eleven un poco más la moral de los escépticos y catastrofistas que deambulan por las calles convencidos de que vamos directos a la ruina.
Supongo que este “buen comportamiento” de dos sectores que no paran de quejarse por lo mal que se les trata desde las administraciones que deben tomar la difícil decisión de adoptar nuevas restricciones, callará sus voces críticas mientras se alzan nuevas desde el sector agrícola, único que parecía salvarse del varapalo de la pandemia y que mira con temor el frío intenso que reduce las producciones y amenaza la rentabilidad de los agricultores.
2020 ha dado paso a un nuevo año que a priori se dibujaba más esperanzador, por aquello de que desde los primeros días de 2021 se están administrando vacunas Covid-19, pero esta visto que no tenemos el viento a favor. Aunque, quien sabe, si nuestro ‘brillante’ alcalde, ‘maestro prestidigitador’, no nos volverá a sorprender con un relato más ilusionante de lo que nos acontece y sólo él parece poder ver.
