sábado. 20.04.2024

El bochorno del PP y Cs

"En Murcia ha sido más descarado aún porque ha intervenido la propia cúpula del PP para romper un partido en dos, obviando que se encuentra suscrito al citado Pacto Antitransfuguismo"
Elena Torres
Elena Torres

El anuncio del aún vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, de dejar el Gobierno para encabezar la lista de Podemos por Madrid, ha eclipsado la raíz que llevo a la presidenta de la Comunidad Isabel Díaz Ayuso a convocar unas elecciones autonómicas, que no era otra que evitar que prosperara una moción de censura en la capital. En Murcia, PSOE y Ciudadanos se pusieron de acuerdo para poner en marcha esta maquinaria y retirar de esta manera de la presidencia al Partido Popular, después de que Cs, hasta ese momento socio de gobierno, se cansara de una relación poco transparente. Sin embargo, a pocas horas del anuncio, el PP se puso a trabajar y logró “convencer” a tres de los seis diputados para que no secundaran la moción. Así se truncó el acuerdo PSOE-Ciudadanos, con una maniobra de transfuguismo, a pesar de que PSOE y PP, entre otros, suscriben un Pacto Antitransfuguismo desde 1998.

Ya no es que no valga la palabra de un político, en los últimos tiempos estamos asistiendo a continuas rupturas de pactos consensuados y rubricados por las partes sin que esto parezca que cause ningún rubor en quien de la noche a la mañana es capaz de desdecirse y de esa manera cambiar radicalmente el ritmo de los acontecimientos.

Lo sucedido en Murcia es más de lo mismo, aunque tiene más relevancia por tratarse de una comunidad y no un ayuntamiento. Desde la aparición de los nuevos partidos, -Ciudadanos, Podemos y Vox-, incorporados a la “vida pública”, en buena medida y según argumentan, para “sanearla”, son continuas las bajas de concejales o diputados que una vez arranca la legislatura se desmarcan de las siglas por las que accedieron al cargo para ir de “versos sueltos”, aunque en realidad dan alas a la fuerza más votada pero que necesita de algún apoyo para conseguir la mayoría absoluta. Es demasiado vergonzoso aunque aquí sus protagonistas ni se inmutan. En Murcia ha sido más descarado aún porque ha intervenido la propia cúpula del PP para romper un partido en dos, obviando que se encuentra suscrito al citado Pacto Antitransfuguismo, y además está aprovechando la debilidad de la formación naranja para “animar” a más descontentos a que llenen sus filas. 

El “acuerdo de estabilidad” suscrito por PP y Ciudadanos en Andalucía, donde se recoge el “respeto por la autonomía de los dos partidos” sería más creíble si la palabra se respetara y más si ésta se suscribe sobre un papel. Pero ya hemos visto que esto no es así por lo que poco valor podemos dar a  lo que parece más una operación de marketing para maquillar el bochorno que ambos partidos están protagonizando a nivel nacional.

El bochorno del PP y Cs
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