miércoles. 24.04.2024

Violencia contra las mujeres

Quiero compartir con quienes lean esta reflexión que la Violencia hacia las Mujeres no la padecen sólo las mujeres a las que asesinan o las que pasan por Casas de Acogida sino que la Violencia contra las Mujeres, y no de género, porque el género es otra cosa, la padecemos todas las mujeres por el hecho de nacer mujeres, es una violencia estructural. Por lo tanto quienes quieren resolver el mandato patriarcal con medidas concretas dirigidas sólo a las mujeres víctimas de violencia con denuncia puesta o sin ella, se están olvidando de que esas situaciones de maltrato, asesinatos, violaciones, abusos, prostitución, etc., son el resultado último de una sociedad en la que aún prevalece el mandato patriarcal, el mandato de los varones sobre las mujeres.

Por esto y por mucho más es inadmisible que quienes ostentan el poder político no conozcan el trabajo en Casas de Acogida con Mujeres Víctimas de Violencia sus Hij@s, como inadmisible es que no denuncien que los crímenes, supuestos o reales, ejecutados por bandas terroristas ocupen los informativos seis o siete días, a todas horas, además de personarse el presidente de la CCAA para la información de primera mano, al lugar del crimen y asistir al entierro, mientras se asesina a varias mujeres cada mes y se sigue tratando como sucesos aislados y sin llegar en ningún caso a requerir la presencia de presidentes autonómicos ni nacionales para reforzar la denuncia desde la máxima autoridad.

Por otro lado, es inadmisible que no se tenga en cuenta  que la pobreza enferma y mata, no sólo la falta de recursos económicos sino también la desestructuración consecuencia de un sistema cada vez más individualista, en el que siguen existiendo barrios excluidos, trabajos y sueldos de miseria y una inundación de desinformación y sensacionalismo que cada vez nos aleja más de la cultura que nos hace libres.

Son inadmisibles las míseras cantidades correspondientes a la gran mayoría  de las pensiones alimenticias por hij@, asignadas a mujeres separadas, divorciadas y otras, mientras por otro lado en una de las últimas reformas de las pensiones por jubilación se ha incluido premiar a las mujeres que entre 1937 y 1978, debieron realizar el Servicio Social femenino. Una especie de "mili" creada por la Sección Femenina de la Falange, no sé si serán conscientes de a quienes están concediendo un año más de cotización, pues quienes no tenían para comer y trabajaban de sol a sol, no hacían ese Servicio Social ni ningún otro. 

Hora es que se contemple como violencia institucional la desigualdad de trato a las madres solteras y solas, que cuidan y educan a sus criaturas pero no tienen con quién corresponsabilizar y el estado tampoco lo hace. No tienen derecho a viudedad porque no tuvieron marido, sus pensiones son tan pobres como han sido sus vidas, no se proponen para viviendas sociales, salvo que sean víctimas de violencias por parte de un maltratador. 

Por tanto, estos y otros cientos de temas tienen que ocupar la Agenda contra las violencias y crímenes hacia las mujeres, que no de género, el género es otra cosa. Contra quienes se ejercen las violencias y crímenes, es contra las mujeres, no sigamos permitiendo que se oculte la realidad con eufemismos.

Rafaela Pastor Martínez. Presidenta de PALEM

Violencia contra las mujeres
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