La desecación del humedal de las Salinas de nuestro Parque Natural Cabo de Gata–Níjar no es un hecho aislado por mucho que nos quieran hacer pensar que si. Pareciese que en los últimos años, uno de los espacios naturales seña de identidad de nuestra provincia se hubiese puesto en venta para que especuladores y negacionistas del cambio climático planifiquen grandes proyectos en su territorio.
Llevamos años recibiendo constantes ataques a la conservación del parque, como lo fue el intento de instalación de un hotel en el entorno de la bahía de Genoveses, los sucesivos proyectos en la zona próxima a la cala de San Pedro, el proyecto de instalación de un parque eólico marino frente a Aguamarga y ahora la deliberada desecación de las Salinas de Cabo de Gata, similar a lo que hace ya varias décadas se permitió en el Paraje Natural de Punta Entinas, en el término municipal de Roquetas de Mar.
Llevan meses dejando morir uno de los enclaves más importantes y simbólicos del Parque Natural Cabo de Gata - Níjar, un espacio natural con una gran riqueza de fauna y flora que alberga una importante biodiversidad y es generador de servicios ecosistémicos sin los que nuestra economía no sería posible.
La espeluznante imagen de las salinas de Cabo de Gata, secas, sin aves en sus zonas encharcadas, que a su vez son aves que están apareciendo desorientadas por diferentes puntos de la provincia, han hecho saltar todas las alarmas de la ciudadanía.
Una ciudadanía que parecía algo dormida antes los ataques constantes a nuestro Parque Natural pero que ha demostrado no estar dispuesta a dejarlo morir y que se venda al mejor postor, a imagen y semejanza de lo que está ocurriendo en Doñana, Sierra Nevada y otros espacios naturales emblemáticos de Andalucía.
La Junta de Andalucía, gobernada por el Partido Popular, está haciendo mucho daño a nuestro Parque Natural y al patrimonio natural de nuestra provincia, un daño que va a costar mucho reparar si es que es posible recuperarlo. Hasta ese nivel está llegando a ser de nefasta la incapacidad de la Delegada Provincial en Almería, que guiada por la Consejera, hasta ahora sólo han jugado al despiste, cuando ambas dirigen la única administración con responsabilidad directa y total en esta materia.
La diligencia que demuestra para intentar impulsar otros proyectos nada positivos para nuestro entorno se convierte en desidia e incapacidad para conservar cómo es necesario nuestros espacios naturales, y ahora le ha llegado el turno a Cabo de Gata.
Los almerienses nos hemos cansado de la ineficacia, inoperancia, dejadez que suele llevar de la mano intereses ocultos que suelen mostrarse cuando es difícil revertir las situaciones, y no vamos a permitir que nuestra Parque Natural se venda, se deje morir para después venderlo a precio de coste.
Si nuestra provincia tiene algo característico, son sus playas desiertas, sus enclaves naturales únicos, su biodiversidad, sus paisajes y no estamos dispuestos a perderlo.
La ciudadanía en general ha tomado la iniciativa y tiene claro que nosotros los politicos y políticas que apostamos y creemos en nuestro medio natural y ponemos sobre la mesa modelos de gestión y conservación que llevan por bandera la sostenibilidad, vamos a estar a su lado para revertir la situación, para poner en valor nuestro parque natural, para ir contra los constantes ataques y contra los que lo permiten.
Llegaremos hasta donde haga falta para salvar nuestro Parque Natural Cabo de Gata, que no crean que esto se va a quedar en un problema doméstico que no saldrá de nuestras fronteras. El próximo 31 de agosto puede que todo el mundo sea testigo de este grave atentado ecológico en horario de máxima audiencia, cuando la Vuelta Ciclista a España llegue a las Salinas de Cabo de Gata. Ya entonces será tarde para la conservación de los valores de las mismas, pero tendremos que convertirla en una jornada de reivindicación en pro de la conservación del parque natural. Se gasta mucho dinero público en minutos de televisión para promocionar los valores turísticos de nuestra provincia, mientras se descuida la conservación de los espacios naturales que son el atractivo para esos turistas. Y lo estamos viendo, ha sido la falta de inversiones la que ha desecado las salinas de Cabo de Gata.
La desecación de la Salinas de Cabo de Gata y los constantes ataques al Parque Natural se van a conocer en toda Europa porque no vamos a permitir que la nefasta gestión de la Junta de Andalucía de los parajes naturales quede sin respuesta. DOÑANA no se vende, Sierra Nevada no se asfalta y no vamos a dejar morir el Cabo de Gata.
MARÍA JESÚS AMATE RUIZ
COORDINADORA PROVINCIAL DE IZQUIERDA UNIDA ALMERIA
