jueves. 28.03.2024

Suspenso en anticipación

La pandemia está imparable y desde este miércoles todas las capitales de provincia de Andalucía y cientos de municipios están cerrados perimetralmente y en otros muchos, como en la capital almeriense, el Gobierno andaluz ha decretado el cierre del comercio no esencial y la hostelería. Esto es triste, pero lo es más saber por qué nos vemos en esta situación en el caso concreto de nuestra comunidad autónoma que dirige Moreno Bonilla. 

La primera ola pilló a todo el mundo desprevenido, sin el conocimiento necesario y sin mecanismos para mitigar lo que, inevitablemente, ocurrió. Esto sucedía en el primer estado de alarma y era el Gobierno de España el que asumía la única responsabilidad y mientras trabajaba, el presidente andaluz no paraba de poner zancadillas y objeciones mientras pedía asumir el mando. Quería adoptar decisiones y organizar, y el Ejecutivo atendió esa demanda sin dejar de ejercer diariamente su obligación como administración superior. Al poco tiempo de tomar el mando, PP y Ciudadanos ya no lo querían. Vieron lo duro que era gobernar y hacer las cosas bien; algo que no hemos podido comprobar aún en Andalucía desde hace dos años, justo desde que Moreno Bonilla nos preside. El líder del PP andaluz nos alentaba esta Navidad a disfrutar, a consumir, a movernos porque, según él, en Andalucía nos iba muy bien. No previó o no quiso prever nada y eso que se jacta de ser el gobierno ‘de la anticipación’. No hace falta entrar en detalles de cómo estamos ahora gracias a la gestión de las derechas en la Andalucía. Tan sólo hay que ver cada día las noticias.  

Hay que hablar con claridad. Estamos como estamos por culpa de Moreno Bonilla y de su equipo. Su negligencia, su falta de autoridad y de iniciativas nos ha llevado a esta situación tan alarmante. Lo saben, pero tienen el cinismo por bandera y se atreven a mirar hacia otro lado. Concretamente, hacia usted y hacia mí, hacia la ciudadanía que somos, según nos acusan, los responsables de lo sucedido. Nos acusan de tener las UCI colapsadas, de tener que utilizar pasillos, salas de espera y todas las plantas hospitalarias para enfermos Covid, como nos hacen llegar desde los sindicatos sanitarios. La incompetencia del presidente andaluz está perjudicando nuestra salud y está acabando con nuestra economía y con nuestros negocios a quienes sólo culpa, pero no ayuda.  

Existe un evidente caos sanitario en Almería y en Andalucía. Lo sabe todo el mundo por más que PP y Cs se afanen en esconder la realidad poniendo a trabajar toda su maquinaria de propaganda. No podemos permitirnos el lujo de enfermar. No nos cogen el teléfono en Salud Responde, no nos dan citas con especialistas, nuestros profesionales no pueden más. Nadie les ayuda, no tienen refuerzos, pese a que el Gobierno de España transfirió a Andalucía millones de euros para mejorar la sanidad para poder hacer frente al coronavirus. No sabemos en qué lo han gastado. 

Moreno Bonilla se da paseos inaugurando hospitales y haciéndose fotos en centros de salud como si nada pasara mientras asistimos al bochornoso espectáculo del consejero de Salud con el ‘culillo’ de las jeringuillas de las vacunas Covid, oro líquido que han dejado de administrar a la ciudadanía. Concretamente, han perdido el 20% de las vacunas por no emplear las jeringuillas correctas. ¿Ese es el ‘gobierno de la anticipación’, de la previsión, de la buena gestión? Pero ellos siguen mirando hacia arriba y piden más vacunas al Gobierno de España cuando son incapaces de poner, y bien, las que ya tienen.  Si al Gobierno de Moreno Bonilla le queda un ‘culillo’ de sentido común y de inteligencia, ya convendría que se pusiera a trabajar de inmediato. 

Suspenso en anticipación
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