viernes. 19.04.2024

Siempre la dignidad

Ni fidelidades , ni obediencias a consignas , ni intereses , ni hacer discursos interesados , por encima de todo siempre la dignidad personal y colectiva. Hemos  de ser coherentes con nosotros mismos y con la palabra dada a los demás.

Disgusto tras disgusto , hay cuestiones de las que nos enteramos que son devastadoras y reveladoras, y que traducen realidades claras, reales y terribles.. Nuestra dignidad debe y tiene que estar por encima de cualquier estrategia ruin y rastrera, hemos de vivir intensamente que pasos tenemos que dar, y que no hay quien le ponga precio a la misma.

 Los necios pueden preocuparnos por la imprevisibilidad de su tontura, pero jamás darnos miedo. Las certidumbres reconfortan , aunque solo aprendamos dudando , siempre debemos estar preparados para quedarnos y para irnos, y tener guardados los abrazos y besos para cuando podamos darlos.

Tan importante es saber asumir cualquier responsabilidad con humildad y dignidad, y no empeñarse en continuar cuando el trabajo que hacemos no es apreciado ni valorado. El respeto a nosotros mismos nos dará el reconocimiento de los demás.

 Entre lo fantástico y lo imaginario , la ilusión y la decepción, la calma y el escándalo, a veces no hay buenos ni malos, sino intereses, beneficios y perjuicios. Debemos saber cambiar el chip y dedicarle un tiempo al ocio, entre lugares abandonados y rincones descubiertos, aclarando las cosas y dejándole de dar vueltas inútilmente.

Es indeseable enojarnos y escuchar lo que los otros tengan que decirnos , entender sus aspiraciones y demandas, comprender sus deseos y racionalizar la toma de nuestras decisiones. La competencia es dura y a veces las cosas no salen a la primera.

Siempre con nuestra compañera dignidad nos llegan ideas ingeniosas y avanzadas. Abrimos puertas y conocemos a gente muy interesante, y nuestro es invadido por un aire fresco que hemos de saber aprovechar. Hemos de tener paciencia para saber esperar la llegada de las buenas noticias.

No debemos dejarnos llevar por ningún afán de protagonismo , ni querer poner en crisis las dignidades ajenas. Un segundo plano no es nada deshonroso. Con desenvoltura y sin complejos , iba  a salir reforzado de aquella etapa. Se encontraba en buena forma y le iba a costar menos trabajo deshacerse de las malas costumbres.

Algo iba a ocurrir, ya que era como si se tratara de convertir en aventura una situación normal y cotidiana, como si todo el mundo estuviese pendiente de algo diferente , mientras que en aquel lugar siempre sucedía lo mismo , como en el Día de la Marmota.

 A veces las preguntas son tan simples y tan complejas como las respuestas sencillas y directas. Siempre surgía  lo imprevisto y había una gran sorpresa que daba sentido a cada personaje y situación. Los hay que rompen la monótona rutina y se colocan en la frontera de la locura, dominados por una obsesión, en la que todo resulta kafkiano , alucinante y sobrecogedor.

 Todo puede parecer lo que no es, o tal vez es lo que no parece, como en un estado catastrófico. Si miramos hacia el futuro tendremos que hacer un esfuerzo para concentrarnos en los detalles . Y por ese camino de búsqueda llegaremos a resolver problemas, antes de lo que pensábamos.

Es importante en nuestra dinámica saber centrarnos en nuestros objetivos, puestos y elegidos por nosotros, apreciados y deseados, encontrando las diferencias y buscando las coincidencias.

Siempre la dignidad
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