jueves. 28.03.2024

Una realidad paralela

Se ha puesto de moda en todo tipo de charlas , tertulias y conversaciones, como si estuviésemos hablando de ciencia  ficción, la expresión “realidad paralela”, logrando que dos personas vean algo distinto o en la misma pantalla, pero aunque nos  pueda parecer increíble existe y de su mano  “el metaverso” , que no es ni más ni menos que un universo paralelo donde se suponen que se fusionan las realidades humana, la aumentada y la virtual .

Pero no les voy a dar la lata con experiencias multidimensionales, espectros combinados o tecnologías de tercera dimensión y realidad digital. Tampoco voy a escribir estas líneas reflexionando sobre los peligros a los que nos puede llevar muchas de estas situaciones como la desinformación , el acoso y la perdida del contacto con el mundo real.

 He optado, si les parece a ustedes queridos lectores, porque reflexionemos juntos sobre la posibilidad de que seamos nosotros mismos o desde nuestras circunstancias los protagonistas , y veremos que viviendo las mismas realidades , las sentiremos de manera diferente según como nos la planteemos.

Hay compañeros que al igual que el que estas letras escriben, se dedican también al noble, divertido o torturante oficio de juntar y combinar palabras, y ven una realidad que yo no percibo o construyen una historia de la que yo no soy capaz de lograr contemplar, por tanto, hay mucho en nuestra imaginación y fantasía de esas realidades paralelas.

En esta batalla entre diálogos y disputas , roturas y pegamentos, hablar y decir cosas o no tener nada que decir, enviar mensajes a través de las redes pero no ser capaz de llamar a nadie, coger el  COVID en cualquiera de sus variantes y ser sintomáticos con todas sus consecuencias o no enterarse de que lo estás pasando.

 Incluso estas realidades paralelas se dan desde el poder político, estando en el Gobierno o en la oposición,  o queriendo hacer las dos cosas a la vez, según nos convenga ,  votando una cosa y defendiendo justo la contraria , presumiendo de ser patriotas y atacando en los foros internacionales los intereses de esa España que llena sus bocas y las correas de su relojes con la bandera nacional.

 Insisten y resisten queriéndonos hacer ver a los demás que la realidad es la misma para todos, y conforme lo están argumentando , saben que nos están mintiendo, porque no es lo mismo  aunque vivan en la misma ciudad  la abundancia en la que viven los ricos , que la escasez y la necesidad en la que intentan sobrevivir los pobres.

A pesar de los medios tecnológicos, de los móviles de última generación, de las tablets con todo tipo de prestaciones  o los  artilugios cuyos nombres son difíciles de pronunciar nos llevan a informarnos de todo en cualquier lugar del mundo a través de esa gran autopista de internet, que nos permite llevar el mundo en el bolsillo, hay quienes tienen que afrontar la triste y excluyente realidad de la hambruna , mientras que otros están pensando en tener el artículo más raro, caro y exclusivo para demostrar su poder.

Así el otro día escuchaba en la televisión algo tan disparatado como que el famoso cantante Julio Iglesias , mandó contratar a un grupo de nueve buzos para rescatar un bolígrafo. . Esto realmente para muchos mortales que vivimos en la misma realidad nos parece  un  derroche, si además pensamos en la cantidad de necesidades que  podíamos haber cubierto con el dinero que costó esa operación.

En fin, terminemos con una expresión que se ha puesto de moda en estos días “Cosas que pasan”, y es que hay hechos que no debemos admitir resignadamente como cómplices de la desigualdad y la injusticia, Al fin y a la postre , la mima realidad , según quien y como la viva se puede convertir en paralela. 

Una realidad paralela
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