Entre diferencias y similitudes , es mejor estar e ir juntos que dedicarnos a resolver las discrepancias a mamporrazos , a mantener los conflictos y convertirlos en batallas sin remedios y poner en marcha la cultura del puñetazo y el rencor, que duda cabe que siempre será mejor marchar juntos.
Ni nos podemos ni nos debemos tragar aquello que no entendemos , y los temas que según las encuestas más nos preocupan son la subida imparable de inflación y la del precio del combustible, por muchos juegos de manos que queramos hacer con una y con otra.
Si queremos caminar juntos, hemos de ser conscientes que hay mucho de nosotros mismos que está por hacer , entre sensibilidades e inconformismos , luces y sombras, reflexiones y vivencias , sensibilidades e inconformismos , amenazas y sometimientos , nuestros mensajes deben ponerse a buen recaudo de las visceralidades y colocarse lejos de dolores y verdades.
Mejor es ir juntos desde la moderación y los pactos, desde evitar que VOX se convierta en el protagonista de nuestras intervenciones, pensándolo que lo mueve todo y que son más españoles que nadie , y no transformando el ascenso de la ultraderecha en fracasos propios.
Hemos llevado demasiado tiempo repitiéndonos, porque todas las crisis se acumulaban en el PP, y se transforman en populismos que terminan siendo una guerra de desgaste , en la que las palabras y los hechos se transforman en elementos de polarización y no de tender puentes y posibilidades de acuerdo.
Estamos en la actitud de confianza de creernos las buenas palabras e intenciones del nuevo líder de la derecha española, Alberto Núñez Feijóo en el último Congreso del PP celebrado en Sevilla . Como un ejemplo basta escojamos aquella en la que dijo “Tenemos que sacar la política española del enfrentamiento, de la hipérbole permanente” Pues comience con el ejemplo y no pacten con VOX en Castilla y León. Tome usted ejemplo del centro derecha europeo.
Nos gustaría que esas palabras que dijo de “Dejemos de ser más españoles que nadie, más patriotas que nadie esta es la España de todos” Hechos son amores y no buenas razones. Nuestro País tiene problemas que exigen que todos caminemos, desde nuestra pluralidad y diferencias democráticas, juntos en busca de los objetivos que beneficien a todos los ciudadanos y ciudadanas con una visión de Estado.
Mejor juntos que en una batalla continua para ver quien es más nacionalista español y patrioterista, lo que no tiene mucho sentido a estas alturas del siglo XXI . Es que cuando el señor Feijóo se reúna el miércoles con el Jefe del Estado, Felipe VI y el jueves con el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , todos y todas nos demos cuenta que podemos ser adversarios pero no es necesario que nos convirtamos forzosamente en enemigos para alimentar y convencer a los radicales.
Que todos entendamos que cada minuto hemos de esforzarnos por dignificar la política , y que hay que agotar todas las posibilidades de diálogo y que este hay que ejercitarlo desde el respeto a las diferentes posiciones , sin recurrir al insulto por muy enfadados que estemos.
Los ecos de nuestras palabras no pueden ni deben ser la bronca permanente, sino la convicción de que nuestros País lo necesita, y éste es uno de esos momentos podemos y debemos caminar juntos ,y que seamos capaces de reconocer públicamente sin ningún tipo de complejos que hemos cometido errores y es posible hacer las cosas mejor. Sepamos manejar que la unión hace la fuerza, pero también seamos conscientes del poder destructivo de la crispación.
