Hace muy poco el Presidente Pedro Sánchez subrayaba que en la vida pública la gente nos creerá y tendrá confianza en nosotros , si hablamos con hechos y no solo nos refugiamos en las palabras y recurrimos a la retórica, que termina quedándose vacía y sin sentido.
A pesar de que vivimos en una sociedad enferma que la que estamos unos junto a los otros, pero no nos escuchamos., y que ahora y en el futuro los partidos no solo son necesarios , sino que si los fortalecemos lo haremos con la democracia y seremos protagonistas de nuestra propia historia.
Es necesario renovarlos y profundizar en sus dinámicas de participación, pero resulta muy peligroso , tener la tentación de querer prescindir de ellos e ignorarlos. Tienen que ser los instrumentos de progreso y transformación de la sociedad y no como aparatos de manipulación de ideas y voluntades.
Hay personajes que como el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo no se enteran de nada, y no ha digerido adecuadamente el salto de la política gallega a la madrileña , y dista mucho de convertirse en un líder acreditado , respetado y con los apoyos adecuados y suficientes para Gobernar nuestro País,
Quiere negar los hechos y cae en lo ridículo entre sus posiciones y su equipo de dirección que continua con la misma estrategia que terminó llevando a Pablo Casado al cementerio político, y no es capaz de actuar como un líder de Estado, porque enseguida Ayuso y los demás hermanos mártires le están haciendo la cama y asesorando para que no acierte ni de casualidad .
No pierden ocasión tanto en la vida parlamentaria como en la ciudadana , de moverse entre tópicos y tacticismos , para no abandonar esa estrategia de la descalificación y el insulto hacia Pedro Sánchez y los integrantes de su Gobierno.
Su estrategia se encierran no en proyectos , documentos y objetivos, sino que salen de los problemas, se pierden en los anhelos y no son capaces de cubrir nuestras necesidades , sino que no superan el manejo de eslóganes destructivos y demagogias.
Hemos de preguntarnos si algún día serán capaces de dar respuestas claras frente a las dificultades que nos plantea la realidad, y no dedicarse en cuerpo y alma a extender a toda costa a extender la desafección y la insatisfacción política
Uno de los fenómenos que se está produciendo con más fuerza cada día es “la prescindibilidad humana”, que vamos sustituyendo por la robotización de nuestras funciones sociales y laborales.. Si no somos capaces de hablar con nuestros hechos ni tenemos el valor de concluir aquello que iniciamos, ni empezamos nada con rigor y andamos dando bandazos sin saber que dirección tomar y cuales son nuestros fines auténticos.
Con datos rigurosos y con hechos constatables hemos de evitar incurrir en encerrarnos en las descalificaciones y los insultos o banalizar el ejercicio de nuestras responsabilidades. Todos tenemos historias que contar, distinto es que puedan interesar y atraer la atención de los demás.
Las hay interesantes y sorprenden a todos los que las oyen o las leen , mientras que hay otras que son tan banales que nos aportan nada , ni evolucionan hacia ningún sentid, como si fueran algo que se queda en el papel sin vida , entre la quietud y palabras insustanciales que no provoca nada nuevo ni extraordinario.
Coloquemos el foco sobre lo que queremos señalar , utilicemos nuestros recuerdos y recreemoslos , pero sobre todo observemos los hechos de la realidad y tendremos mil y una cosas que contar.
