jueves. 25.04.2024

Encantados e iluminados

Juan Antonio Palacios Escobar
Juan Antonio Palacios Escobar 

Aprobar y aplaudir todo lo que dice el otro, puede parecer, no solo una falta de criterio sino una sumisión en toda regla. Seguir dándole vueltas a  lo mismo hasta que se produzca el encanto o se transforme en iluminación, además de parecer increíble, es caso seguro que se convierta en cómico.

Entre el comienzo triunfal y el fin de fiesta, suceden muchas cosas, marcajes  y liberaciones que empiezan  y terminan proponiendo y denunciando, entre vueltas al ruedo,  pitos y abucheos, encantamientos e iluminaciones, soberbias y resistencias.

Los cantos y los cuentos , los zombis y las luces, las voces a distinto volumen , las aprobaciones y rechazos,  los encarecimientos y las rebajas, las pistas y las postas, las comparecencias y los plantones, los contactos y las lejanías, los aumentos y las reducciones.

Aplazados y desplazados, vivimos los sueños que el azar nos ofrece, y de estreno en estreno vamos ofreciendo nuestros textos y evoluciones, como si el escenario solo tuviera un dueño, nosotros mismos. En el cada día se produce la magia y la sorpresa.

De la mano de quienes se deslumbran e intentan iluminarnos, descubrimos mundos de plástico, murales a cuadros, horrores  desquiciados y ánimos desequilibrados, cosas para todos los gustos que no son del agrado  de nadie.

Hay objetivos, que por mucho tiempo que les  dediquemos no lograremos alcanzarlos, y aprendemos que no debemos decir nada a nadie hasta que no estemos totalmente seguros. En demasiadas ocasiones queremos alcanzar los cielos y no somos capaces de saltar sobre los suelos.

Dejándonos encantar entre las mentiras verdaderas nos iluminamos de las verdades mentirosas, y nos extraviamos del camino que nos habíamos trazado, dando giros en nuestras argumentaciones hasta volver a encontrarnos.

Hemos de aprender a disfrutar en cada momento, de lo viejo y de lo joven, sabiendo ser moderno pero conservando la tradición de lo antiguo, presentando una imagen nueva en cada instante y no usada y decadente, descubriendo que hay juegos peligrosos y placeres deliciosos.

Nuestros escenarios son cambiantes , y hemos de lograr encontrar nuestros equilibrios, buscando más ventajas que inconvenientes , sabiendo bailar al compás de trabajos intensos y descansos reparadores, superando enfados que nos conducen a ninguna parte , calentones que nos impiden razonar  y cabreos que levantan muros en la comunicación con los demás.

Con humildad, reconozcamos que todos podemos cometer errores, que hemos de abrir nuestras mentes a nuevos conocimientos y experiencias, y sentiremos más beneficios que perjuicios, sin rencores ni odios, sin obsesionarnos ni ignorar la realidad.

Por muchos encantos e iluminaciones que tengamos, no debemos olvidar que la vida es también un carrusel de ocupaciones y preocupaciones y no podemos pretender llegar a todas las cosas ni a todos los sitios a la vez, ni correr riesgos innecesarios,

Alternamos nuestros movimientos, y en ocasiones vamos a favor de los vientos y en otra contracorriente, huyendo de personas tóxicas y de halagadores y pelotas, sacando nuestro coraje por aquello en lo que creemos y queremos y mostrando nuestra indiferencia por lo que se ignora.

Debemos mantener nuestras iniciativas, intentando evitar choques inútiles y situaciones que solo nos desgastan e irritan.

Encantados e iluminados
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