jueves. 28.03.2024

La cultura del tocar

Los latinos, los españoles , la gente del sur en general , formamos parte del maravilloso mundo de los sentidos , con los que exploramos y hacemos más nuestro el mundo que nos rodea, y entre ellos hay uno, el tacto, que ahora diera la impresión que ahora, con la pandemia y las medidas preventivas que estamos obligados a tenerlo atado y quieto.

 Nosotros somos de la cultura del tocar , desde que nacemos y crecemos bajo el amparo de las caricias de nuestros padres, nos enamoramos y sentimos el cuerpo de la persona de la que nos enamoramos o finalmente nos despedimos de este mundo sintiendo los besos y las manos de quienes nos quieren y se niegan  a que nos vayamos.

En la mayoría de nuestras actividades está involucrada nuestra piel y el tacto, desde cuando nos deleitamos con una buena comida hasta que nos besamos o abrazamos. Cuando nos tocamos, estamos diferenciándonos del mundo, nuestro yo y el de ellos, y en muchas ocasiones este juego nos produce placer y bienestar.

A través de nuestros ojos descubrimos el mundo y sus colores, el olfato nos inunda de una sinfonía de olores que navega entre lo suculento que nos estimula el apetito y el sabor que nos ayuda a recrearnos en uno de los grandes placeres como es el comer desde los salados  a los amargos pasando por los dulces. 

Sin embargo, quizás la piel y sus receptores, tal vez constituyan el más grande de nuestros órganos sensoriales. Cada vez que tocamos algo o alguien, podemos sentir innumerables percepciones y como la presencia de nuestro cuerpo se diferencia de las demás personas y objetos, con lo que se convierte en el elemento primordial sobre el que se forma la conciencia de nosotros mismos como individuos, separados del mundo externo.

Además nuestra experiencia del tocar tiene unos fuertes componentes psicológicos , además de sentir las presiones, la temperatura , el sentido muscular , el movimiento y algo tan importante como el dolor , incluso hay personas que carecen de sensaciones táctiles y que experimentan dificultades increíble para controlar sus movimientos .

 Incluso en estos casos, hay ciertas señales que provienen de que provienen de la superficie de nuestra piel, por medio de aquellas fibras conductoras neurales  no dañadas .Lo cierto es que el tacto, y como consecuencia el tocar afecta a muchos aspectos de  nuestra vida que son esenciales, desde la alimentación hasta una caminata, desde el comportamiento sexual hasta las relaciones sociales.

En definitiva la sensación del tocar, nos crea nuestra conciencia   de hacer que nuestras experiencias sean reales, comprendemos y tenemos la sensación que poseemos nuestro cuerpo. Además en la época de los avances tecnológicos y por medio de nuestro tacto en comparación con los otros sentidos tiene muchas características interesantes y dignas de estudio.

Hay quienes utilizan el tacto, y el tocar para hacer el bien, y darte su afecto y cariño, y quienes apenas  tocan a los demás y les han robado la cartera, y en esto los tenemos de todas las modalidades y estilos, desde quienes se mueven en las bullas hasta los que lo hacen cuello duro, traje y corbata detrás de sus mesas de despacho al servicio de los poderes económicos.

Espero que vuelvan los días en los que podamos dar un buen apretón de manos, una palmada alentadora en la espalda, una caricia que nos haga vibrar, un beso tierno o un suave roce en el hombre, que recuperemos la cultura del tocar.

                              

La cultura del tocar
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