miércoles. 24.04.2024

Una crisis de locura

Hay mucha gente loca, lo peor es que no lo sabe, y entonces en su ignorancia se cree dueño de la mayor cordura, y considera que dialogar es un error, porque en su desequilibrio solo pretende imponer su criterio. Además se permiten el lujo en su inmadurez de sentar catedra  y sentenciar sobre lo que no tienen  ni zorra idea aunque creen saber mucho de todo y cada vez que hablan demuestran todo lo contrario.

Siempre tienen en ascenso el resentimiento de inferioridad y en descenso la bajo autoestima de quien en momentos de lucidez les da rabia los triunfos de los demás frente a los fracasos propios. Tienen soluciones fáciles y simples   para todo por muy complejo que sean los problemas.

No son capaces de entender que los demás piensan y pueden llevar razón en sus tesis , aunque a ellos no les guste.  Sin embargo ellos en lugar de disfrutar del triunfo de los demás, se castigan con tesis obsesivas que resultan devastadoras para su personalidad.

Repiten casi siempre los mismos latiguillos para salir de sus absurdos y contradicciones , y en otras para tapar sus miedos. Suele desbocarse con facilidad en cuanto lo provocas y entra en una especie de batalla en la que pierde el control y los papeles.

En su necedad , ignoran los matices y observan la realidad de forma infantil y piensan que solo existe un único pensamiento y una única voz, la suya , que es cuando más se evidencia su crisis de locura , que muchas veces da la sensación de ser permanente.Coloca adjetivos y clasifica a todo bicho viviente, pero cuando alguien lo intenta con él,  solo  lo permite si se le encuadra y clasifica entre los geniales. Siempre está quejoso por lo que no tiene y se muestra desconfiado con todos ,porque piensa  que los demás son como él, envidiosos con avaricia.

Sus requisitos son casi siempre a destiempo  y no son capaces de colocar las cosas en perspectiva. Su vida podría ser bella, pero en su locura la suele convertir innecesariamente en una tortura, que le impide disfrutar  y no es capaz de sustituir la radicalidad por la moderación y termina por tener que tomar ansiolíticos.

La paciencia no entra en su vocabulario, y en su magia negra son especialistas en hacer de un diálogo agradable en una confrontación sin posibilidades de acuerdo. Desconocen también la humildad de hablar y escuchar atentamente a los que saben de algo.

Con frecuencia en su dislate forman parte del problema cuando podrían ser la solución. En su cerrazón y tozudez no se dota de nuevos instrumentos y argumentos que le ayuden a tomar una decisión que le sea útil y fundamental para el futuro.También  es incapaz de comprender que cada segundo si están con los ojos y los oídos bien abiertos, y se desprenden de prejuicios y esquemas predictivos , de usar los pequeños momentos de frustración como un motor que podría ayudarle a superar todo aquello que no le gusta.

Viven en una burbuja , entre desbandadas y agresiones , confusiones y malentendidos , pierden el sentido de la realidad  y resultan  indiferentes e insustanciales, lo que les irrita sobremanera , por que ni repugnan ni atraen a nadie.

Aunque no les faltan ganas nunca se atreven a dar el salto y asumir el riesgo que lo mejor y lo peor de los nuevos comienzos es que nunca se sabe como acabaran. Este tipo de locura probablemente no venga recogida en ningún manual de psiquiatría ni de psicopatología , pero es tremendamente peligrosa para quienes la padecen entre la ignorancia, la suficiencia y la soberbia.

Una crisis de locura
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