viernes. 19.04.2024

El carrusel de los propósitos

Montados en nuestros caballitos , dábamos vueltas y revueltas para en cada etapa de nuestras vidas alcanzar nuestros propósitos, de dejar de fumar , ir al gimnasio o dedicar dos horas diarias a leer. A veces nuestros deseos se ven cumplidos y otras son una sucesión de objetivos inalcanzados.

No obstante , casi todos recordamos aquellos años de la infancia en la que soñábamos mil y una historias montados en el carrusel de las ilusiones. Y nos preguntábamos si el mundo era igual que lo veíamos desde allí subidos en aquellos caballos de madera con toda la paleta de colores .

Cada giro y cada desplazamiento mecánico era un viaje deferente entre lo real y lo imaginario , en la que el paisaje que veían nuestros  ojos era el mismo aunque nosotros lo imagináramos diferente.. Eran otros tiempos, y a quienes nos daban toda la libertad del mundo para aprender a ser autónomos , sin estar pendiente de nuestros padres o de la persona adulta que nos acompañara a la Feria.

Una de las actividades humanas en las que los protagonistas  suelen subirse al carrusel de la confusión y la conveniencia es la actividad política , según el caballo en el que se monten sea el del gobierno o el de la oposición. Y observamos como los tiempos cambian.

Si el carrusel no para, la actividad no cesa , no se detiene y continúan sucediendo muchas cosas, y si muchos de nuestros antepasados levantarán la cabeza , exclamarían no sin bajarse del carrusel parafraseando la canción del popular Joselito ”Corre, corre, caballito”

Estoy seguro que quedarían sorprendidos por nuestras prisas , y como cada vez había  menos gente que escribe a mano, que miraban  a los demás a los ojos, que charlaban  distendidamente y nos habíamos  vuelto adictos a las nuevas tecnologías y ahora nos manteníamos en la soledad de la multitud dentro de las redes sociales.

Eso si, si perdían las elecciones , eran como una marea , en la que se sentían apremiados, contrariados e incluso agredidos por cualquier acontecimiento , que a modo de viento de levante o poniente, removían las arenas de nuestras playas y revivían y apagaban nuestros sueños , y casi s in darnos cuenta nos inunda sumiéndonos en el desconcierto , en lugar de ir creando un nuevo entusiasmo de lo nuevo y sorprendente , en lugar de quedar encerrados en el hastío poco motivador de lo repetido y  sabido sin remedio.

De ahí que en el mundo que nos ha tocado vivir , tengamos la sensación que no hay tiempo y espacio para la paciencia y la calma , y esto ocurre porque en ocasiones  la competitividad  nos supera y nos vence haciéndonos caer en la estúpida indolencia y en otras porque como decía Sigrid Undset “La paciencia es una virtud calumniada porque es la más difícil de poner en práctica”  

Si me permiten, y no me lo toman como un atrevimiento irrespetuoso, sino todo lo contrario , una actividad para comenzar fomentando el entendimiento, propondría que las próximas Corporaciones que salgan de las Elecciones Municipales del próximo 28 de Mayo, la primera actividad que realicen tras su sesión constitutiva fuera para recuperar el juego como elemento creativo, montándose en el Carrusel de su ciudad y estos seguro que comenzarían  a ver la vida con otra perspectiva y que todos van subidos a sus caballitos se marcarían un propósito común , lograr desde la pluralidad de sus ideas , lo mejor para sus vecinos.

Recordemos lo que se preguntaba Pablo Picasso ¿Por qué dos colores, una al lado del otro , producen música? ¿Puede alguien explicar eso? No. De la misma manera en que uno nunca puede aprender a pintar en realidad

El carrusel de los propósitos
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