jueves. 25.04.2024

Afinados y desafinados

Nuestros cuerpos son como instrumentos ,  y debemos estar afinados para sonar bien y sentirnos sanos y saludables , aprovechando oportunidades o desperdiciando ocasiones , y siendo cada vez mas rehenes de nuestros datos que circulan por internet sin que nos demos cuenta.

Desde nuestra curiosidad nos gusta conocer los códigos y las claves de cualquier enigma , y desearíamos que algunos de los poderosos nos explicasen porque tanto millones de seres humanos viven en la más escandalosa  escasez y otros en la más indecente abundancia.

 Y entre ajustes y desajustes , nos preguntamos como hay tantos expertos que solo nos enredan en sus disquisiciones , pero no proponen soluciones a nuestros problemas concretos , y les hacemos tantas preguntas que solo obtienen evasivas , pero no respuestas.

Vivimos en la sociedad de la desconfianza, estamos vigilantes y alerta por los gestos , las palabras e incluso las miradas de  los otros. Discutimos sobre lo que no interesa  a nadie y no hablamos de lo que necesitamos y nos afecta , y entre dañados y curados , quietos y paseantes , retos y logros , trucos y tragos , esencias y sustancias , si vemos que no convencemos , debemos plantearnos que algo estamos haciendo mal.

La conducta humana parece tener siempre razones , pero en muchas ocasiones son las emociones de las que no podemos  disociarlas , las que dominan nuestras actuaciones  y muchas de las pequeñas o grandes decisiones de nuestras vidas o de nuestra historia colectiva  han estado motivadas por las mismas.

Oímos voces reprochando todo lo que los demás practican , exigiendo a los otros lo que ellos son incapaces de aportar  a la comunidad. Nos lavamos las manos , miramos  para otro lado y decimos que no nos corresponde señalando al primero que se cruza en nuestro camino , en lugar de asumir nuestras responsabilidades.

Debemos siempre estar preparados , porque quizás recibamos alguna lección que no esperábamos por una decisión que tomamos y no debíamos . A lo largo del tiempo nos hemos dado cuenta de las consecuencias y eso nos puede provocar pesadumbre.

En nuestras contradicciones generalizamos con precisiones y precisamos con generalizaciones, hablamos con seguridad  de nuestras incertidumbres y dudas de aquello en lo que creemos firmemente . Avalamos con nuestros testimonios a la ligera y no pensamos que los perjuicios pueden ser mayores que los beneficios.

 Si echamos una mirada a la ética , asistimos con frecuencia a la confrontación permanente , en una carrera por lograr decir las mayores barbaridades en el menor tiempo posible , y en la  estética un intento de que predomine lo hortera y lo ordinario.

 Pero afortunadamente , tomar el camino menos transitado no es en la mayoría de las ocasiones lo más cómodo , porque implica ir contracorriente y ser viajero requiere de muchas cualidades , siendo decidido, valiente, teniendo seguridad en nosotros mismos, demostrando autonomía y sabiendo defender nuestras posiciones aunque no coincidan con la de los demás.

Afortunadamente la mayoría de los creativos son partidarios de buscar los diferentes ángulos de la belleza y la ciudadanía , de cultivar el diálogo, de procurar que los dramas no se conviertan en tragedias., de saber pactar las diferencias. Entre máscaras  y maquillajes, disfrazamos nuestras verdaderas intenciones, y lejos  de mostrar nuestra autenticidad,  nos escondemos bajo telones y pantallas , y llamamos avances a lo que son retrocesos , triunfos a los fracasos y ascensos a las bajadas.

Afinados y desafinados
Entrando en la página solicitada Saltar publicidad