He escuchado estos días, y con merecimiento, palabras de agradecimiento y homenajes a sanitarios, limpiadoras, empleados de supermercados, farmacias, transportistas, taxistas,etc. Repito, merecido, pero en ningún momento nadie se ha acordado de uno de los colectivos que más sufrió la crisis económica, vilipendiados continuamente y que ahora como siempre están trabajando al pie del cañón.
Me refiero a los empleados de bancos y cajas, esos malos malísimos que cada vez que le echan la culpa de algo a los bancos o sale una sentencia en contra, toda la población se frota las manos menos ellos que ven su sueldo recortado o se produce un ere y ven sus huesos en el paro.
Aquellos que la mayoría piensa que son ricos y trabajan de 8 a 3 cuando tienen un salario normalito, echan más horas que un reloj y están sometidos a una presión comercial enorme, no en vano es una de las profesiones que más infartos y depresiones sufre. Esos que están haciendo que a los españoles no les falte dinero en su tarjeta o efectivo para que puedan ir a comprar a la farmacia o al super, por ello, aplaudámonos nosotros mismos, ánimo compañeros de oficinas y servicios centrales, guardias de seguridad, limpiadoras y empresas de apoyo de cualquier banco o caja, no podemos salir más fuerte de esto pues ya lo somos, pero ojalá si salgamos todos. Gracias a nuestros clientes, aquí estamos, recuerda que no somos banqueros somos bancarios.
