viernes. 19.04.2024

Las vergüenzas del Andarax

 

Durante años los almerienses hemos escuchado cómo el Ayuntamiento de Almería se lamentaba del desastre que había sido la construcción del Parque del Andarax, del fiasco de la Junta, de lo mal que estaba terminado y toda una retahíla de reproches sobre una de esas oportunidades perdidas para la ciudad. Hoy ese espacio es visitado diariamente por cientos de personas, y los fines de semana se convierte en uno de los pocos lugares dentro de la ciudad donde hacer algo tan almeriense como una barbacoa si no tienes oportunidad de hacerla en casa, como es el más común de los casos.

Hoy Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Almería comparten mismo color de gobierno, con los mismos apoyos de VOX y Ciudadanos, pero el resultado no es igual que hace unos años, sino mucho peor. El parque no ha cambiado nada, los alrededores de la mayor y casi única zona verde de la capital y sus caminos de rivera presentan un aspecto lamentable ya sea por su acceso desde la Avenida Cabo de Gata o por el camino de Jaúl Bajo. Y claro, ya no se puede utilizar la excusa de que el gobierno autonómico no cumple, porque sería lanzar piedra sobre sus propios techos electorales.

En Almería, mucho antes de la pandemia, pasear por el Paseo Marítimo, llegar hasta la Universidad o subir la ribera del río por muy seco que esté, es uno de esos hábitos que nos hacen muy almerienses, pero no podemos aceptar que sea también muy almeriense ir esquivando matojos que sobresalen de solares sin vallado, de zonas ajardinadas que son pequeñas selvas urbanas o compartir paseos con ratas del tamaño de conejos y rabos como serpientes.

Y este es el mismo aspecto que presenta el Paseo de Rivera que nos lleva hasta la Universidad, que en vez de mimarlo como una de las joyas de la corona, sencillamente se le da un mantenimiento que no llega al calificativo de deficiente.

Podemos seguir escuchando que cuando se termine el paseo marítimo todo se andará, pero el problema es que a este ritmo el único tramo que tenemos en la parte este del delta del Andarax se perderá antes de su puesta en valor al conectarlo con el tramo que parte de la misma ciudad.

Perdemos los espacios antes de que lleguen a formar parte de ese conjunto para el que fueron diseñados por la mera dejadez de una administración local incapaz de hacer sobrevivir lo ya conseguido. Y si no lo creen, si quieren corroborarlo sólo tienen que ir a verlo, andando, porque está a tiro de una pequeña caminata. Y si no quieren ir tan lejos sólo deben ir al Parque de las Familias, pero no entren dentro, vean sencillamente el estado del solar de lo que antes fue el recinto ferial y que ahora es, sencillamente, otra de las vergüenzas camino del Andarax.

Si no construyen, si no son capaces de avanzar, el mínimo exigible a una administración local es que mantenga lo que existe, porque eso ya lo hemos pagado entre todos y su trabajo es, sencillamente, generar las condiciones adecuadas para su disfrute.

Las vergüenzas del Andarax
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