viernes. 19.04.2024

Cambio climático

Juan Carlos Pérez Navas

Esta semana el mundo está mirando con expectación y preocupación lo que se está abordando en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas que España, gracias a la decisión de su presidente, organiza tras la renuncia de Santiago de Chile, lo que convierte a nuestro país en la esperanza de la política mundial ante las urgentes medidas a tomar por la emergencia climática en la que ya nos encontramos inmersos.

Los impactos que está provocando el cambio climático y las advertencias de la ONU que invitan a la acción porque el tiempo se agota, deben provocar que en España los estados tomen conciencia de la necesidad urgente de multiplicar por cinco los esfuerzos que se adoptaron en los Acuerdos de París de 2015. Actualmente, han quedado insuficientes y, en muchos casos, ni se han alcanzado lo que provoca que, a día de hoy, exista una enorme brecha entre lo que se ha de hacer y lo que realmente se ejecuta.

No podemos olvidar que ante el discurso negacionista de unos que pretenden boicotear la cumbre y la actitud de otros que, por su parte, no han querido tomar medidas desde el Gobierno, hay millones de españoles, sobre todo jóvenes formados e informados, que han tomado conciencia y que fueron quienes salieron el 27 de septiembre a la calle para exigir a los políticos acción. No podemos defraudar.

El cambio climático debe estar presente en las agendas de los gobiernos, como ha ocurrido en el Ejecutivo de Pedro Sánchez que, en 17 meses, ha ido tomando medidas de forma transversal y que han situado a España entre los cinco países que más avances están dando en Europa gracias a su compromiso, sensibilidad y determinación que los socialistas tenemos. En el PSOE estamos convencidos de que el cambio climático es un reto urgente que abre una puerta a la oportunidad para dar un gran cambio en nuestro país.

Por desgracia, no siempre este país lo ha tenido tan claro. Es memorable la sorna con la que Aznar abordaba el cambio climático o los ataques del Gobierno de Rajoy a las energías renovables; una acción que provocó que  España se situara  a la cola de los países en la lucha contra el cambio climático. Todo un despropósito porque somos una economía que, junto al grupo que conforma el G20, acumulamos el 78% de todas las emisiones del efecto invernadero. Sin embargo, con el Gobierno de Pedro Sánchez se han ido tomando medidas en la dirección de los Acuerdos de París y en esa senda se pretende continuar una vez que se constituya un nuevo gobierno progresista.

Una de las primeras medidas que adoptó el Gobierno socialista fue la de corregir y derogar esa anomalía que suponía el llamado ‘impuesto al sol’ y acabar con el castigo que sufrían las energías renovables, a las que perseguía el Ejecutivo de Rajoy que convirtió a nuestro país en un destino inseguro jurídicamente para la apuesta internacional por las energías renovables. Para enmendar este despropósito, el Gobierno de Pedro Sánchez, puso en marchar medidas, como la Estrategia de Transición Justa o el Plan Nacional de Energía y Clima. Hay previstas muchas más que servirán para reforzar el Derecho al Medio Ambiente contemplado en el Artículo 45 de la Constitución, entre las que destacan una Ley de Cambio Climático y Transición Energética que colocarán España en un país dispuesto a liderar, desde la ética y con una perspectiva de equidad y solidaridad, la protección al medio ambiente. 

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