miércoles. 24.04.2024

También hay vida fuera del Ayuntamiento y el Partido

Rogelio Mena, ex alcalde de Albox

Cuando ya está cercana la finalización de la injusticia de mi inhabilitación, mi agradecimiento a los inquisidores que me han dado, “seguro sin quererlo”, la posibilidad de disfrutar en los últimos meses de su vida, del contacto diario, de los debates y críticas con una de las personas con la cabeza más lúcida y sagaz, y que estaría mentalmente con la silla de ruedas en todas la movilizaciones por unas pensiones dignas y contra el copago, que ha sido mi madre.


Mi madre estaría una vez más orgullosa de su generación y género.
Generación, tanto mujeres como hombres, que tras toda una vida de lucha y trabajo, y en lugar de acomodarse en sus casas, salen a la calle al final de sus vidas y logran torcer el brazo del Gobierno con la fuerza de la movilización, la justicia de sus reivindicaciones y la presión de los muchos votos que tienen los pensionistas.


Y de género, porque las mujeres que ya son mayoría, han dado un susto a los poderes fácticos, institucionales y partidistas, que al igual que los pensionistas, han tenido que movilizarse para que se visualice su existencia con un 8 de Marzo multitudinario en las calles, con paros parciales y/o totales incluidos los medios de comunicación, y ahora contra la sentencia de la manada y el terrorismo doméstico, perdiendo el miedo y exigiendo seguridad y libertad y sobre todo igualdad con políticas de género.


Definitivamente “Si hay vida fuera del Ayuntamiento y el Partido”, regresar a la actividad profesional y a la labor sindical, me ha supuesto una oxigenación y transfusión de vida y juego limpio, ya que en mi gestión política, heredada de tantos años de sindicalismo, siempre ocupó un lugar preeminente el escuchar y atender a las vecinas y vecinos, además de intentar ayudar a resolver sus problemas.


Tras un paréntesis importante en la gestión política e institucional, volver a la actividad “normal” de cualquier ciudadano, también tiene sus recompensas, como las vivencias con mi madre, el mayor contacto con mis hijas y mi compañera de lucha, por cierto, las grandes agraviadas por una larga vida pública.


Sobre las Municipales, lo estoy pensando tras los numerosos apoyos que me llegan, y de hacerlo, sería por dignidad individual y colectiva de los que creemos en la justicia.

También hay vida fuera del Ayuntamiento y el Partido
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