viernes. 29.03.2024

Dejen en paz a la perdiz

Germán Temprano, periodista

Le guste o no a Ciudadanos, maree más o menos a la perdiz, silbe más alto o más bajo para hacer creer que no va con ellos o por mucho que el líder Rivera pretenda darle la importancia de una pelusilla en el hombro a sus pactos con la ultraderecha, ese VOX que entrará en los gobiernos de la mano del PP y, al menos, con la connivencia de C’s es el mismo VOX que ayer se apartaba en Valencia de una pancarta contra la violencia machista. Mil mujeres asesinadas desde 2003, y muchas más antes, no les debe parecer razón suficiente para sumarse a la causa. Ese VOX, que ‘solo’ por eso debería ser tratado como un apestado institucional, se jacta hoy de tener la sartén por el mango para que esa derecha que se dice europea y civilizada baile a poco que ellos den palmas.

Y vaya que lo hacen. Si llegar al poder implica estar codo con codo con gente incapaz de condenar el asesinato de una mujer por el delito de serlo, el poder, lejos de atraer, debería repugnar tanto como esas actitudes. Esa fotografía de los mayores perdedores que ha conocido el PP en Madrid haciendo la ‘uve’ de no se sabe qué victoria abochorna por encima del aguante del ser humano. Exactamente, ¿qué se celebra? ¿Medir los derechos de las personas por el color de su piel o por el país de origen? ¿Discriminar a alguien por amar a un ser de su mismo sexo? ¿Poner en duda la mayor lacra social que conoce este país y que se ha cobrado esas mil víctimas? ¿De verdad merece la pena?

Que esta pregunta sea tan retórica da idea de la perversión que pueda alcanzar una actividad digna como lo es la política cuando se practica desde la dignidad. No parece el camino elegido por quien, más que previsiblemente, regirá los destinos de los madrileños. Una candidata que no ganó en las urnas, ¿cómo era aquello de pacto de perdedores?, y que, por si fuera poco ese mérito pone como referente a esa Esperanza Aguirre que, bajo su ala, cobijó la mayor corrupción que se recuerda. Cómo será la cosa que hasta su partido le ha recordado lo virtuoso que es el silencio en determinadas ocasiones.

Pues con esa ‘regeneración’ democrática y con quienes niegan hasta la mayor, es decir, la democracia, navega Ciudadanos. En el mismo barco aunque se vaya a la proa cuando sus dos compañeros de viaje de acerquen a la popa. Estos son sus aliados, señor Rivera y, francamente, y va sin segundas, esto de hacerse el ofendido cada vez que se lo recuerdan ya se asemeja a una función de teatro de instituto.

Esto del sí pero no, de pacto dentro y me excuso fuera, de soy muy de derecha europea, pero me alío con quienes añoran recuperar Flandes, más que a excusa suena ya a ñoñería y máximo infantilismo. Hay momentos en la vida, y la política forma parte importante de ella, que o te vas a por setas o a por rolex. Lo demás, pamplinas. 


Germán Temprano es periodista, editor de levanticodigital.com

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