sábado. 20.04.2024

La financiación circulante, es conocida como una de las que más complejidad tiene, y son muchas las empresas que se han de enfrentar a esta. La financiación circulante es un tipo de financiamiento que se hace a corto plazo y que es conseguido por la empresa para poder contar con capital para realizar los pagos a corto plazo que se deban hacer en la empresa.

Cuando no se tienen buenas gestiones a nivel financiero, sobre todo cuando se trata de la financiación circulante, puedes conllevar a que gastes excesivamente, hasta el punto de que no realices los pagos puntualmente. Por lo tanto, es de gran importancia la obtención de financiamiento circulante para los activos a corto plazo, pero tiene mayor importancia la obtención de financiamiento para los activos a largo plazo.

¿Cuándo se debe solicitar una financiación circulante?

Así que, hay que tener en cuenta que no se debe solicitar una financiación circulante para pagos a largo plazo, porque esto conduce a la posibilidad de que la empresa entre en una suspensión de pagos ya que no tiene un equilibrio entre los activos y los pasos de corto y largo plazo. Cuando ocurre un desequilibrio de esa índole, la empresa deberá hacer solicitud para una refinanciación a largo plazo, y esto incrementa considerablemente la cuantía de la financiación circulante. 

Las empresas pueden requerir distintos tipos de financiaciones según la necesidad que tengan, tal como cobrar un pagaré o alguna factura, invertir en productos nuevos, el pago a los empleados, entre otros. Aunque hay necesidades que precisan de financiamiento a largo plazo, hay algunas que precisan financiación a corto plazo, y son estas a las cuales se les considera como financiación circulante. 

La financiación circulante puede resultar bastante beneficiosa para los autónomos y para las pymes, sin embargo la mayoría de las veces suelen precisar de bienes externos para este método de financiamiento.

Existe una diversidad enorme de modalidades de activos a corto plazo, por lo consiguiente. Por este motivo debes tener en mente el tipo de financiamiento que le compete a cada gasto y el que se adapte mejor a tus necesidades. Asimismo, sin importar el tipo de financiamiento que escojas, lo recomendable es que optes por la modalidad online, ya que el proceso de solicitud de estos préstamos tiende a ser más rápido, sencillo e inclusive puede resultarte hasta más económico que en las entidades bancarias con sedes físicas. Asimismo, también te ofrecen la opción de créditos rápidos, que aunque son de sumas de dinero bajas, pueden sacarte de algún apuro.

Tipos de financiación circulante

Las financiaciones más usuales son las que se realizan por préstamos y por créditos. Aunque también hay otras modalidades de financiación, tales como el anticipo de facturas y el descuento de pagarés (con o sin recurso).  Cuando se trata del anticipo de facturas, el banco te da anticipadamente la suma de dinero de una factura antes de la fecha indicada en ella.

También están disponibles las modalidades de financiación circulante que son las líneas de crédito, también conocidas como pólizas de crédito. Se basan en que el banco brinda a tu empresa una suma limitada de dinero por un lapso de tiempo que se determina; pero el banco deberá recibir a cambio el pago de intereses periódicamente y también sumado a esto, la devolución completa del dinero que prestó.

Igualmente, se encuentra el descuento de efectos, que es otra modalidad de financiación en la que el ente financiero lleva a cabo una anticipación a una empresa respecto a los efectos que no se han vencido a los clientes. En este caso es descontado el interés por el tiempo que haya sido anticipado. Igualmente, se cobran comisiones por los gatos ocasionados en dicho proceso.

Las Modalidades de Financiación Circulante
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