sábado. 20.04.2024



Investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) han detectado que la exposición a algunos químicos que no persisten en el cuerpo --como los ftalatos, parabenos y el bisfenol A-- está asociada a una menor presión arterial durante el embarazo.

El estudio, publicado en 'International Journal of Hygiene and Environmental Healthestudio', ha analizado el impacto de la exposición a 21 sustancias tóxicas no persistentes --aquellas que permanecen en el cuerpo solo por un breve período de tiempo-- en la salud de 152 mujeres embarazadas de Barcelona, Grenoble (Francia) y Oslo (Noruega).

Los resultados mostraron que "una mayor exposición a algunos ftalatos, BPA y parabenos se asociaba con una disminución significativa de la presión arterial, tanto la sistólica y la diastólica y especialmente en el segundo trimestre de embarazo", aunque no se halló asociación con los pesticidas, ha explicado la primera autora del estudio, la investigadora Charline Warembourg.

En un comunicado del ISGLobal --centro impulsado por La Caixa-- este viernes, la coordinadora del estudio, Maribel Casas, ha concluido: "Nuestros hallazgos no apoyan la hipótesis que sugerían estudios previos de un efecto hipertensivo de los ftalatos, fenoles o pesticidas durante el embarazo".

"Esta aparente contradicción con investigaciones en poblaciones no embarazadas puede reflejar los cambios fisiológicos que se producen durante el embarazo y que modifican la presión arterial", ha añadido.

Así, los productos químicos no persistentes podrían agravar el efecto de la disminución de la presión arterial, que se observa frecuentemente en los dos primeros trimestres del embarazo.

Otra posible explicación es que "el estudio no cubrió el tercer trimestre de embarazo, momento en el que se inicia el riesgo de aparición de trastornos hipertensivos", ha señalado Warembourg.

DISRUPTORES ENDOCRINOS

Un mecanismo potencial que podría explicar cómo estos químicos afectan la presión arterial es la disrupción endocrina: una vez los compuestos químicos entran en el organismo a través de la dieta, la piel o el aire, viajan por el torrente sanguíneo y pueden imitar la acción de las hormonas.

Por ejemplo, el BPA tiene propiedades estrogénicas y los estrógenos tienen un efecto protector sobre la rigidez arterial, han señalado los investigadores del estudio, que forma parte del proyecto HELIX.

Los trastornos de hipertensión durante el embarazo son una de las principales causas de mortalidad y morbilidad materna y de sus hijos e hijas, y según estudios anteriores, la exposición a sustancias químicas ambientales podría aumentar el riesgo de hipertensión.

MUESTRAS DE ORINA

A pesar de esto, pocos estudios han investigado el impacto de las sustancias químicas no persistentes, en particular entre las mujeres embarazadas.

Para el estudio del centro barcelonés, se recogieron tres muestras de orina diarias durante una semana en dos trimestres del embarazo de las mujeres participantes con el objetivo de evaluar su exposición a 21 sustancias: diez metabolitos de ftalatos, siete fenoles incluyendo los parabenos o el bisfenol A (BPA), y cuatro metabolitos de pesticidas organofosforados.

La presión arterial se midió al final de cada semana, y el mayor punto fuerte de este estudio radica en su diseño repetido y prospectivo y el uso de múltiples muestras biológicas por persona, ha asegurado el centro.
--EUROPA PRESS--

La exposición a químicos no persistentes disminuye la presión arterial en el embarazo
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