La catedrática Mª José Fariñas en los cursos de verano de la UPO en Ca
La catedrática de Filosofía y Sociología del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid María José Fariñas ha apuntado que los movimientos "patrimonialistas de los derechos" están calando en la sociedad, añadiendo que no se oponen a la idea de los derechos pero "señalan que los derechos son para mí, no para todos".
Fariñas ha hecho estas manifestaciones como directora del curso 'La lucha por los derechos en el siglo XXI. En igualdad, ni un paso atrás', dentro de la programación de la XVII edición de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) en Carmona (Sevilla).
La profesora ha señalado que "cuando se habla de los derechos humanos o las libertades, hay que tener muy presente que no es un tema acabado, que podamos decir que está hecho". "No podemos quedarnos tranquilos diciendo que tenemos una Constitución que recoge principios y derechos fundamentales, unas leyes que implementan libertades, sino que la idea de la lucha es muy importante", ha expresado.
En el tema de los derechos humanos, ha explicado que "esas ideas son resultado de un proceso de lucha, de un proceso de conquista, de conquistas que tienen que ver con la dignidad del ser humano, lo podemos resumir en libertad, igualdad, solidaridad, que son esos conceptos que vienen de la Revolución Francesa. A partir de ahí, todo el catálogo de derechos y libertades que se han ido desarrollando en estos siglos".
Asimismo, la codirectora de este curso ha apuntado que en este siglo XXI "nos ha sorprendido que parece que perdemos derechos. "Mientras que en el siglo XX, se han conquistado los derechos, en algunas ocasiones, se están produciendo desregulaciones de derechos. Nos estamos encontrando con movimientos sociales antiderechos, que hablan de la criminalización del feminismo o de la ideología de género como algo negativo. Están teniendo eco en la sociedad y, al final, esas ideas están calando", ha indicado.
Con estas ideas de este siglo XXI, "los inmigrantes no tienen libertades fundamentales, los refugiados tampoco, las mujeres hasta un límite y no siempre. Estos movimientos están unidos a mensajes supremacistas como, por ejemplo, la raza blanca sobre cualquiera, la superioridad del hombre sobre la mujer, hablando de las feministas como feminazis; y en ese sentido también, la supremacía social de los ricos sobre los pobres", ha recalcado.
"No podemos perder de vista que esto es un proceso de lucha. No podemos acomodarnos, diciendo que ya está recogido en la Constitución y hay unas leyes, así como considerar estos movimientos como extemporáneos, excéntricos o que son unos pequeños iluminados. La idea es que hay que seguir luchando en el campo de las ideas y de los argumentos con las generaciones más jóvenes sobre sus derechos", ha concluido.
--EUROPA PRESS--
