Juan Antonio Palacios Escobar
Cuando llegan unas elecciones, hay previsiones y presagios para todos los gustos. No solo podemos leerlas y estudiarlas desde el punto de vista sociológico o político , sino que todo tipo de profesionales dejan su impronta en encuestas, sondeos, estudios y barómetros, para decirnos que queremos y que no los españoles y españolas, qué y quienes preferimos que nos gobiernen y quiénes no, cuáles son nuestras expectativas económicas y de crecimiento.
Si las previsiones son realistas y positivas, veremos el futuro lleno de luces verdes que darán paso a nuestros proyectos, y serán el presagio de muchos éxitos en nuestras actividades., de ecuaciones en las que se irán despejando todas las incógnitas
En nuestras previsiones dibujamos caminos que nunca acabamos y que presagian frustraciones en nuestras aspiraciones, suponemos que los vientos soplaran a nuestro favor, y aprenderemos a trabajar al límite para volvernos resistentes.
Si cometemos errores en cadena sin voluntad de corregirlos, presagiaremos un escenario de fracasos, y en nuestra humanidad, enseñaremos el rostro menos inteligente .Ahora en la estrategia liberal, se está extendiendo la tesis de que si nos jubilamos todos con 67 años habrá pensiones para todos.
Al final se resolverá el dilema de las pensiones, ya que llevarán la edad de jubilación hasta un punto en el que estemos hecho papilla, nos moriremos a continuación y problema resuelto, ya que no habrá a quien pagárselas. Previsiones pesimistas y presagios negativos que auguran que hemos de seguir en la lucha para que nuestros jóvenes ganen más y terminemos con la precariedad, y no alargar la vida laboral innecesariamente.
Hemos de ser tolerantes con los demás y exigentes con nosotros mismos, poner nombre y cara a las verdades y las mentiras, cuidarnos en el presente para presagiar una saludable vida en el futuro, adoptar la opción más inteligente para recoger los mejores rendimientos.
Cuando abrimos nuestra mente, las previsiones es que seremos capaces de lograr acuerdos con las posiciones más duras, si cerramos nuestras posiciones será difícil pactar nuestras diferencias con cualquiera, sea aliado o adversario.
Las mismas palabras dichas en un momento inconveniente pueden alterar nuestro destino y cambiar nuestras previsiones, presagiar situaciones diferentes y opuestas, como si significaran lo contrario. Buscar las epopeyas y las apoteosis nos pueden llevar al mayor de los vacíos, entre lo que experimentamos y lo que quisiéramos experimentar.
La sencillez y la modestia son la mayor garantía de que los demás nos valoren y nos aprecien, mientras que la vanidad y la soberbia son un pasaporte seguro que presagian la antipatía y el rechazo de los otros. Con pasión y afán veremos mucho más cerca aquello que creíamos imposible.
Utilizar como último recurso, algo que repetimos una y otra vez, pero jamás ejecutamos, producirá un impacto contrario al que pretendíamos, como si todo estuviera en nuestras manos y dejáramos escapar la oportunidad de realizarlo.
Muchas veces en ese camino de la incontinencia verbal, haremos de lo diferente lo mismo. Veamos si no en cuantas y cuantas ocasiones repite la derecha en campaña electoral que si alcanza el poder, llevará a cabo una Bajada Masiva de Impuestos (BMI) que se convierte andando los días en una Bajada Mínima de Impuestos (BMI). Las mismas iniciales y un significado muy distinto.
