jueves. 28.03.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

A pocas horas de haberse constituido las nuevas corporaciones municipales, lejos de despejarse dudas y clarificar posiciones, se abren cuando menos desconcertantes situaciones que no auguran una legislatura tranquila. Es verdad que en el caso de la provincia de Almería, las grandes ciudades como la capital, El Ejido, Roquetas de Mar, Vícar, Níjar o Adra no parece probable que vayan a producirse cambios porque o bien se va a gobernar con mayorías absolutas o bien se han alcanzado acuerdos que únicamente comprometen a PP con Ciudadanos o con Vox, y no implican a nadie más allá de un pacto a dos, pero en aquellos territorios donde las tres derechas deben ir de la mano, como es el caso de Madrid, está por ver como va a sortear la formación naranja el respaldo de un grupo que reclama su representación sin que le provoque “urticaria” con consecuencias en otros ámbitos políticos. (No obstante, ya hemos visto a Juan Marín (Cs) dar las gracias a Vox en el Parlamento andaluz por retirar la enmienda a los presupuestos y a nadie se le va de la cabeza la famosa foto de Colón) 

En esta provincia, sin embargo, se han producido algunas sorpresas por incongruentes. En Huércal Overa, por ejemplo, el PSOE se ha hecho con la Alcaldía gracias al apoyo de Cs, ese partido que no quiere a Pedro Sánchez en La Moncloa ni como mal menor a pesar de que la suma entre ambas formaciones, que fueron capaces tiempo atrás y con los mismos protagonistas de alcanzar un acuerdo programático, les permitiría gobernar plácidamente durante los próximos cuatro años. Fuera de toda lógica utilizada por esta formación, en vez de usar su resultado para dar la mayoría absoluta al PP, que cuenta con más votos, ha preferido optar por los socialistas. En Carboneras, también resulta curioso la postura de Gicar que ha dado vía libre a los socialistas para gobernar a pesar de que si bien son la fuerza más votada en este municipio también ha sido la mayor pesadilla para el líder y ex alcalde de la formación independiente que además gobernó con los representantes del PP. 

Y aunque afecte a pueblos pequeños no es menos llamativo el pacto “antinatura” del PP y PSOE en Felix que impide el ascenso a la Alcaldía de un representante independiente, que obtuvo más votos, sólo cuatro más que los socialistas; o ya, el más sorprendente, lo sucedido en Vélez Blanco donde la fuerza menos votada, Ciudadanos, y con un único concejal va a presidir la corporación dejando al partido que cuenta con  más respaldo, el PSOE, en la oposición.

Al final va a ser cierto que más que programas, ideales o proyectos, la política, como la vida misma, se rige por las entrañas, las "químicas" o las cuestiones personales. Una pena porque eso de trabajar por el bien común ya no cuela.

Incongruencias de la política