sábado. 20.04.2024

Enredos y laberintos

Juan Antonio Palacios Escobar

Entre enredos y laberintos asistimos a la liturgia de esta precampaña, en medio de empujones y zancadillas para haber conseguido un puesto en las listas al Congreso y al Senado. Casi todos los partidos han decidido mantener las candidaturas del 28 de Abril, salvo excepciones que reafirmen más el poder de los aparatos políticos.


En la mayoría de los casos, han puesto en marcha que más vale pájaro en mano que ciento volando, y han apostado por valores seguros que mantengan los escaños que tienen o si pueden los incrementen. Pero entre éstos embrollos y alborotos, agradeceríamos que nos dijeran que van a hacer con nuestros votos y dejaran de hablar de sus cosas.
Permítanme que desde la serenidad y la reflexión, por encima de tanto ruido, les pida que sean cuales sean los resultados, tengan una visión de Estado y no bloqueen el Gobierno de España, con tactismos y estrategias de corto alcance.


Debemos aspirar a conseguir entre todos la Gobernanza y la Gobernabilidad de España, desde la convicción de que nuestro País no es una rareza en el concierto y orden mundial, aunque cada vez más los populismos y las tentaciones autoritarias, constituyan serios obstáculos en la consecución nuestros objetivos democráticos.


Cuando Pueblo, Nación y Estado se identifican en un todo, se establecen enfrentamientos entre los tres que nos llevan a una situación estéril y sin salidas, pero lo más grave se exhiben discursos y conductas antidemocráticas.


Situarnos al borde del abismo es confundir los poderes de cualquier democracia avanzada, legislativo, ejecutivo y judicial, lo que nos hace correr el riesgo de agotar nuestra credibilidad, en lugar de dejarnos empujar por los vientos del optimismo , que nos hagan desarrollar iniciativas más positivas , superando lo cotidiano, conociendo nueva gente y experimentando sensaciones diferentes.


Sin dejarnos llevar de rollos y mentiras, ni caer presos de una rutina cansina, debemos sacar el mayor partido de las oportunidades que se nos presentan, entre la dulce calma y el bienestar y siendo eficaces en los detalles, pudiendo llegar al máximo de nuestras posibilidades, si sabemos tener paciencia.


Hay rupturas que nos hacen avanzar y roturas que frenan, apoyos que nos debilitan y denuncias que nos fortalecen, al igual que hay veces que lo importante y representativo, no suele coincidir con lo más urgente y necesario. Desde el respeto a los otros no podemos imponerles nuestras ideas y proyectos sin escucharlos.


Los pequeños pasos de valentía con la intención de cambiar las cosas nos dan grandes dosis de felicidad, y navegando entre superficialidades y cargas de profundidad, superamos simbolismos y divisiones, descubrimos paradojas y contradicciones de revoluciones conservadoras, buscando cosas nuevas que son viejas y gente mayor que se sienten jovencísimas.


Encontrarnos a nosotros mismos, en medio de enredos y laberintos, es fundamental para seguir avanzando. A veces las esperas, merecen la pena y otras resultan decepcionantes y no terminan de convencernos. Sin prisas y con pasos pequeños, sin artificios y con naturalidad, pasamos y dejamos huella, andamos y hacemos caminos.


La generosidad determina la madurez de una sociedad, y cuando desaparece el sentido del humor y se abre pasó la mala leche, las cosas empiezan a ponerse jodidas entre confundir el ir más para allá o venir más para acá, y se nos abren nuevas ventanas a realidades que nos eran desconocidas hasta ahora.

Enredos y laberintos
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