viernes. 19.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

La televisión deberá plantearse en un futuro, no muy lejano dado como se las juegan nuestros políticos, como abordar los debates electorales. El que hemos tenido ocasión de ver durante esta campaña expres ha discurrido, desde luego, con más pena que gloria. Un debate a cinco, -la familia sigue creciendo y es previsible que lo haga en un futuro si nos atenemos a la representación parlamentaria-, resulta muy poco atractivo porque acaba siendo una ‘mini reproducción’ de una sesión parlamentaria cuando menos.  

El comienzo a las 10 de la noche para prolongarse hasta casi la una de la madrugada lo hace bastante inviable para el trabajador de este país, que suele madrugar, y difícilmente tiene tiempo para ‘tragarse’ una mesa redonda que, encima, no le desvela nada nuevo porque en muchos momentos cada líder tiró de su argumentario o reproche al adversario sin conseguir respuesta por parte del afectado, entre otras, porque si a uno le lanzan muchas preguntas termina por no responder a ninguna y tirar por la calle de en medio.

Realmente este debate no ha sido muy enriquecedor y dudo que a alguien le haya ayudado a decantarse por el voto. Santiago Abascal salió probablemente el más airoso ya que no ocultó su rechazo a las autonomías, a los inmigrantes y a la ley de violencia de género, no soporta a la izquierda… y poco más pero no nos aclaró mucho cual es el programa de gobierno de Vox para el país o más bien como piensa acabar con todo lo que le incomoda. Albert Rivera, al que en otro tiempo se le reprochó su sobreactuación, minimizó el particular teatrillo que gusta llevar a estos debates y pecó en exceso de hablar de Cataluña, da la impresión que tiene asumido el receso que las encuestas dan a Ciudadanos. Pablo Iglesias siguió en esa línea conciliadora, buscando ser ese apoyo que espera necesite el PSOE para poder gobernar, aunque no consiguió arrancar compromiso alguno, más bien al contrario se encargaron de dejarle claro las ‘profundas’ diferencias que existen con Unidas Podemos. Del candidato del Partido Popular se podría haber esperado algo más. Pablo Casado es quien más se juega en estos comicios en los que el PP puede iniciar la remontada y casi empleó el mismo tiempo en arremeter contra el PSOE que contra Cs, que le salió ‘contestón’ en este encuentro, algo que, al parecer, no esperaba. Pedro Sánchez, por su parte, fue el más atacado pero, tal vez por eso, tampoco se molestó mucho en responder a nadie y optó por desgranar el programa socialista y sorprender con el adelanto de algún nombramiento y nuevo ministerio.

Como conclusión, la alianza de las tres derechas, tras este debate, se consolida. Esta por ver si su suma da para gobernar porque por la izquierda sigue todo como estaba y salvo que consigan una contundente representación me temo que nos movemos en el mismo escenario de hace medio año.

El debate
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