sábado. 20.04.2024

Javier A. Salvador, teleprensa.com

Si visitas Almería como turista, ya sea invierno o verano, uno de los mejores consejos que se le puede dar al visitante es que escape de las recomendaciones institucionales. Primero porque carecen de creatividad, originalidad y reinciden una y otra vez en el manido mensaje de que en esta provincia tienes la playa a treinta minutos de la montaña. Y me van a perdonar, pero empieza a sonar a no tener mucho que ofrecer. Ahora bien, lejos de esas guías en las que dependiendo de quién gobierne la institución que las imprime te llevarán más a una zona que a otra, hay una particularidad a descubrir. Se trata de esa Almería amable que, además de paisajes y gastronomía, tiene gente que vale la pena conocer por la amabilidad que muestran al visitante.

Si la zona a descubrir es el noreste, dirección a Granada o los límites de Sierra Nevada, obviamente Fiñana tiene que ser la parada principal. Alcazaba y aljibe árabes, además de unos bares en los que puedes ponerte literalmente las botas por mucho menos de lo que pagarás en cualquier otro sitio. Es de los pocos lugares a los que puedes ir y volver en tren desde Almería si quieres hacer una escapada sin coche y disfrutar del verdadero senderismo o dormir una noche, muy barato, en sus alojamiento rurales.

Ahora bien, si no te da pereza tirar de coche y quieres descubrir paisajes impresionantes, un poco más al norte tienes Serón y Las Menas, su centenario pueblo minero, y un castillo nazarí de los mejor conservados. Pero la clave de Serón está, además, en llegar con un poco de apetito para ponerte hasta arriba de auténtico jamón serrano a un precio totalmente asequible. Repetirás ración y visita, seguro.

De Serón puedes saltar a Cantoria, la capital histórica del Valle del Almanzora. Su casco histórico merece la pena y mucho, pero al viajero suele sorprenderle mucho más la enorme factoría de Cosentino, el único lugar en el mundo donde se producen el Silestone y Dekton. De ahí que si pasas por Cantoria te puedes bañar en la única piscina pública del mundo hecha con materiales que normalmente sólo podrás ver en hoteles de cinco estrellas y muy exclusivos. Y ya puestos, en vez de volver a la carretera por la autovía merece la pena llegar a Almanzora, ver su palacio y un merendero público que es una auténtica locura. Si compras carnes y bebida, allí mismo puedes hacerte un picnic que recordarás toda la vida.

Seguimos dando la vuelta a Almería y hay que parar en Garrucha. Si o si. La mejor playa del levante almeriense en cuidados y servicios, una zona comercial y hostelera que miman como oro en paño y, por encima de todo, gamba roja de Garrucha. Otro de los secretos que pocos te van a contar es que además del preciado marisco hay unos pececillos llamados galanes, y si te gusta el pescado frito ese día, sencillamente, perderás la cabeza.

Para el final de mi ruta me dejo el que posiblemente sea el punto de partida de muchos, el parque Natural Cabo de Gata Níjar. Aguamarga, Las Negras, La Isleta, San José o Rodalquilar son lugares preciosos, está claro, pero ir de tapeo a Las Chocillas Altas merece la pena, y darte una vuelta por La Atalaya en la Villa de Níjar, oficialmente uno de los pueblos más bonitos de España, es algo que no puedes obviar en la agenda. Y como vas al pueblo, compra morcilla de Níjar en la carnicería que hay junto a la oficina de Correos. Se te saltarán las lágrimas de lo buena que está, y con una japarilla playera desde tres euros que te compras en la oficina de turismo, te puedes tirar a  cualquier sombra a reposar la morcillada.

Cinco lugares de los más de cien que hay en Almería ¿Por qué? Sencillamente porque el principal rasgo que vas a encontrar en estos cinco es la amabilidad de la gente. Posiblemente en otros lugares sus vecinos también sean encantadores, pero puedo hablar de lo que  conozco, de lo que me hubiese gustado que me contasen a mi en plenas vacaciones por un lugar precioso pero desconocido, viajando con familia y, en mi caso, con perro. Esa es, sobre todo, la Almería amable para los turistas en este verano 2019.

Y merece la pena.

Almería amable para turistas
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