sábado. 20.04.2024

Juan Antonio Morales, nuevo presidente del Joventut



El presidente del Club Joventut Badalona, Juan Antonio Morales, lucha por dar a la 'Penya' el prestigio que tuvo antaño en las competiciones españolas y también en Europa, ya que este domingo el club celebra que fue "mejor que todos" 25 años atrás, cuando el 21 de abril de 1994 se proclamó campeón de la Liga Europea en Tel Aviv.

En una entrevista a Europa Press, Morales recuerda haber formado parte de "algo gordo" como fue lograr la primera y única Liga Europea del club. "Celebramos el día que la 'Penya' a nivel deportivo consiguió su máximo hito. En las competiciones en las que podemos optar a jugar, no había mejores que nosotros. Hubo un día en el que la 'Penya' fue mejor que todos", rememoró.

Ahora presidente, entonces jugador, pívot de 2,11 metros de altura que en aquel partido tenso jugó apenas 7 minutos para anotar una canasta y capturar dos rebotes. Un hombre, nacido en Bilbao pero criado en baloncesto en Badalona, que no para de sonreír explicando que estuvo ahí, en el Yad Eliyahu de Tel-Aviv (Israel), para ganar a Olympiacos por 59 a 57.

"De recuerdo tengo vivo el momento desde que aterrizamos en El Prat, el recorrido por Barcelona en la Gran Vía escoltados por gente con banderas de la 'Penya' esperando en Barcelona, que aluciné. Y en Badalona, ver la explanada del Olímpic absolutamente llena de gente, eso fue el momento de decir: 'joder, hemos hecho algo gordo'", celebró.

Sin querer sonar "pretencioso", Morales recordó que en aquella época el equipo verdinegro estaba "acostumbrado a ganar". "Habíamos ganado Ligas ACB, la Copa Korac, estábamos siempre en 'play-offs' y éramos un equipo que optaba a títulos. El objetivo aquel año era la 'Final Four', pero dentro de ese entorno el recuerdo fue llegar a Badalona y ver lo que había supuesto para tanta gente el ganar", aportó.

Y eso que el partido, la final, fue "una castaña". "Recuerdo lo que todo el mundo, el triple de Corny, un triple de Villacampa justo antes, los tiros libres y el reloj y una alegría inmensa. Cuando ves el partido, dices 'sí, estaba allí y lo jugué'. Pero no recuerdo mis puntos o rebotes, ahora lo sé porque lo he visto pero hace un mes, no. Ni me importa", relativizó.

Pese a la gloria final, pese a convertirse en el primer club catalán en ganar la máxima competición europea, no esconde que no fue una temporada fácil para los jugadores, ni para el club. "Recuerdo lo duro que fue ese año. Acabamos jugando bien, pero empezamos jugando muy mal", se sinceró.

La llegada del ahora laureado --con 9 títulos de Euroliga-- técnico Zeljko Obradovic al banquillo fue un "cambio radical" del tipo de baloncesto que hacía el equipo. "Hasta que nosotros entendimos lo que Zeljko esperaba de nosotros y asumió lo que le podíamos dar, que se combinó todo y empezamos a jugar bien, fue año de malos resultados en ACB y en Europa", rememoró.

"Entramos muy justos en los cruces de 'play-off' para ir a la 'Final Four', mucho tiempo se habló de si cortaban a Zeljko. Nosotros la única voluntad que teníamos era entender lo que Zeljko esperaba de nosotros y hacerlo, no hubo nada de decir 'este tío que hace'. Lo de 'hacerle la cama' se habla mucho pero nunca se ha hecho pero yo no lo he vivido nunca", describió.

Cree que Obradovic llegaba de un baloncesto "muy diferente". "Creo que le explicaron una idea de la plantilla que no era la realidad, que si no nos gustaba trabajar y tal y no es verdad, siempre dimos todo lo que teníamos. Cuando nos entendimos todo cuadró", celebró.

Y se hizo la luz. "Lo primero es la calidad de la plantilla, porque tú no ganas con un equipo malo. Un equipo malo no gana con el mejor entrenador del mundo, pero un mal entrenador puede hacer perder al mejor equipo del mundo. Zeljko es un excelente entrenador y compitió con una gran plantilla, se juntó todo", aportó.

Además, con el valor de tener siete canteranos en aquel equipo que asaltó Tel Aviv. "El mayor valor que tiene aquel título de la Liga Europea es que lo ganó un club de baloncesto, sólo, sin un mecenas detrás para salir al mercado para fichar lo que quieras, y con siete jugadores de la casa", destacó.

"Cuando nuestro equipo empezó a levantar la cabeza, y a jugar finales, se le colgó el sambenito de ser perdedor, de jugar muy bien y en la final 'os cagáis'. Ganamos la Korac, dos ACB, y la Liga Europea fue una reivindicación de decir que no éramos perdedores", aseguró desahogado, relamiendo un triunfo que ya cumple un cuarto de siglo.
--EUROPA PRESS--

Morales: "Hubo un día en que la 'Penya' fue mejor que todos"
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