jueves. 28.03.2024

El cambio a peor con Moreno Bonilla

Andalucía atraviesa por el peor momento desde que comenzara la pandemia. Los datos diarios de contagios, hospitalizados y fallecidos son insoportables. Se ha multiplicado por cinco el índice de contagios desde el inicio de esta pesadilla y la incidencia va, imparablemente, en alza. Las UCI están desbordadas y la población, lógicamente, desesperada, indignada y confundida porque hace un mes era llamada a celebrar la Navidad –así se dijo desde el Gobierno andaluz de las derechas- y ahora la Junta le hace responsable de las alarmantes cifras de Covid-19. 

En medio este tsunami sanitario y social se cumplen dos años desde que Juan Manuel Moreno Bonilla pactara con Ciudadanos y con la extrema derecha para hacerse, a toda costa, con el poder en San Telmo pese a no ser el líder elegido por la mayoría de los andaluces. En el ecuador de su legislatura, lo que anunció como el ‘gobierno del cambio’ lo ha sido, sí, pero a peor. Ha cambiado el rumbo de Andalucía, ciertamente, pero hacia el desastre. Sus políticas antisociales y absolutamente nefastas han dañado la proyección y la potencia de esta comunidad en indicadores como el de desarrollo económico, empleo, bienestar social, servicios públicos, y también en los derechos y libertades del gobierno que lo cambió todo a peor.

En Andalucía, Moreno Bonilla ha impuesto el caos con sus excéntricas medidas como las de dictar el cierre perimetral entre provincias, pero eximir del cumplimiento de esta norma a quienes vayan a esquiar o a cazar. Son sólo un ejemplo de las contradicciones casi diarias a las que nos tiene acostumbrados el presidente andaluz, lo que genera desconcierto y desasosiego entre la población. El presidente andaluz se ha limitado en su gestión a lo fácil, a prohibir sin ayudas, a eludir responsabilidades culpando a la ciudadanía y al Gobierno de España sin asumir los fallos de su propia gestión. Su estilo de gobierno de indecisión, desgobierno y falta de liderazgo lo trata de suplir Moreno Bonilla, además, colocando permanentemente el espejo retrovisor y comparando, sobre su ideada mentira, la gestión anterior del Gobierno andaluz. 

El presidente andaluz está consiguiendo, a pulso, ganarse el apelativo de ser el líder de un gobierno desquiciado, en el que priman las decisiones tardías y contradictorias. Las consecuencias de su gestión se traducen en un colapso de los centros de salud, en un aumento de las listas de espera, una falta de atención a la ciudadanía en servicios vitales como el de Salud Responde que era modélico en el país gracias a la gestión de los anteriores gobiernos del PSOE en la Junta. Todo ello ha provocado un deterioro del estado de salud de la población, como la de nuestros mayores y con un índice de mortalidad de los más altos sin inversión en infraestructuras sanitarias, salvo las inauguraciones de hospitales y centros de salud que venían ejecutándose años atrás por gobiernos socialistas. 

En educación, asistimos a un desmantelamiento de lo público por parte del Gobierno andaluz de las derechas que privatiza y ataca a la comunidad educativa, además de dar la espalda a los municipios en materia de empleo y de generación de oportunidades. Comercio y Turismo sufren de la mano de Moreno Bonilla quien lo primero que hizo al llegar al poder en Andalucía fue bajar los impuestos a las grandes fortunas. 

Estas políticas y otras muchas más vienen a confirmar de manera transparente que estos dos años sólo han servido para empujar a Andalucía hacia un cambio de rumbo a peor y de ello tenemos que hacer responsables a la coalición formada por las derechas y la extrema derecha cuyos intereses son radicalmente opuestos a los de la inmensa mayoría de la ciudadanía andaluza. 

El cambio a peor con Moreno Bonilla
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