miércoles. 24.04.2024

Usuarios de Verdiblanca en actividades artísticas

ALMERÍA.- Ante la satisfactoria noticia de que la Junta de Andalucía acababa de aprobar la redacción del proyecto para las obras de construcción, en la zona de Nueva Almería, de una nueva sede para el conservatorio profesional de danza Kina Jiménez, Verdiblanca quiere recordar las peticiones realizadas la pasada primavera de que de las 420 plazas con las que contará el centro exista un porcentaje reservado a alumnado con diversidad funcional; así como con profesorado especializado en necesidades especiales. 

La Asociación de Personas con Discapacidad Verdiblanca considera que un porcentaje de alumnado con diversidad funcional debería ser admitido en los conservatorios tanto de música como de danza de toda la comunidad autónoma. Así se lo hizo saber la pasada primavera a la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Gracia Fernández Moya, y a la delegada territorial de Educación, Francisca Fernández Ortega; además de trasladarlo al seno de la Comisión de Igualdad y Políticas Sociales del Parlamento de Andalucía para su inclusión en Ley de los Derechos y la Atención a las Personas con Discapacidad. Además, el presidente de Verdiblanca, Antonio Sánchez de Amo, también ha mantenido conversaciones al respecto con miembros de la junta directiva de la AMPA de Danza, que igualmente lo consideran oportuno, y con componentes de la ejecutiva del PSOE en Almería.

Verdiblanca argumenta que ya existen diferentes experiencias suficientemente contrastadas muy positivas en este sentido en otras regiones españolas como la Comunidad Valenciana, Baleares o Galicia. En esta última, el Conservatorio Profesional de Música de A Coruña realiza un programa desde el año 2012 de integración de alumnado con necesidades especiales en su Ciclo Elemental de formación musical. Para ello el centro reserva un mínimo del 3% de sus plazas a quienes superen una prueba. El objetivo es que este alumnado con necesidades especiales comparta aulas y agrupaciones musicales con el resto, con sus correspondientes adaptaciones curriculares y el apoyo y asesoramiento de gabinetes específicos. 

Para Sánchez de Amo, ha quedado suficientemente demostrado que el estudio de música y danza en edades tempranas, y más en personas con capacidades diferentes, ayuda a desarrollar y favorecer varios aspectos de su proceso de maduración como el lingüístico, intelectual, artístico, social o psicológico. “La música y la danza hacen posible elevar la autoestima porque las experiencias de aprendizaje positivas aumentan los sentimientos de éxito; a lo que se añaden otros beneficios, como el psicomotor o el afectivo”, añade el presidente de Verdiblanca, quien no renuncia a reivindicar esta enseñanza no obligatoria para no privar de esta posibilidad de normalización y mejora de calidad de vida de este colectivo.

Verdiblanca recuerda a la Junta su petición de admitir alumnado con diversidad en danza
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