sábado. 20.04.2024

En los últimos tiempos, una serie de conceptos dentro del mundo empresarial que solían tener cabida en círculos muy reducidos, han ido ganando popularidad en la medida en que la competencia dentro del sector sigue creciendo, obligando tanto a trabajadores, como a quienes aspiran a serlo, a mantenerse formados según las últimas novedades que van surgiendo en cada una de las industrias.

En este sentido, podemos decir que la idea de formación continua tanto para empleados como para compañías es una de las más difundidas recientemente, una a la que se le está prestando más atención, por su relación directa con los resultados positivos que exhiben los proyectos afrontados.

El caso es que vivimos inmersos en un mundo que sufre modificaciones constantes, en un entorno cambiante que nos obliga a adaptarnos a nuevas tecnologías ya no sólo a la hora del ocio sino también de la productividad, con lo que eso en términos de seguir formándonos.

A día de hoy, una persona con títulos grandilocuentes pero incapaz de manejar las últimas herramientas que se han desarrollado en su campo, probablemente no tiene ninguna oportunidad de estar al frente de una campaña importante, sino que acabará respondiendo a aquel que, en efecto, demuestra capacidad para el aprovechamiento integral de las soluciones de última generación.

En otras palabras, es posible afirmar que ya no es suficiente una formación inicial, sino que hace falta actualizarse y profundizar en las herramientas adquiridas, algo que incumbe no sólo al profesional en sí mismo, sino también a la empresa que lo emplea, por supuesto.

Y decimos esto último porque, cuanto más cualificados sean los trabajadores de una compañía, mayor será la prestación que éstos puedan brindar en su ámbito, aumentará la competencia interna y, en última instancia, se beneficiarán tanto los clientes que consumen esos productos o servicios, como quien está a cargo del proyecto, maximizando ganancias y optimizando su imagen de marca.

¿Cómo se puede asegurar la formación continua?

Lo más aconsejable, en estas circunstancias, es que el profesional o la firma que lo ha contratado analicen muy bien cuáles son sus necesidades de cara al futuro, descubriendo así sus fortalezas y debilidades, y qué aspectos deberían reforzar de lo que hoy pueden darle a este entorno laboral.

Es habitual, en cualquier caso, que se apueste por estudios como los ya muy populares de Dirección y Administración de Empresas, dado que bajo esos conceptos se nuclean muchos de los saberes que resultarán imprescindibles en los siguientes años.

En tal sentido, tenemos varios de los mejores MBA en Málaga como un buen ejemplo de esto que estamos mencionando, con diferentes alternativas en EADE y ESIC, sin olvidar tampoco las opciones de la Cámara de Negocios y ESESA, abriendo un amplio abanico para elegir.

En resumen, que así como la formación continua es fundamental tanto para trabajadores como para compañías, ésta debe involucrarse en los planes a corto, medio y largo plazo, y atender a los requerimientos de un mercado cada vez más competitivo y sus propias aspiraciones.

¿Por qué es importante la formación continua para los trabajadores y empresa?
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