Asistentes al seminario
ALMERÍA.- La Fundación Eduarda Justo ha cerrado el VII seminario Líderes del Futuro 2014 con la conferencia que suele dar fin cada año a esta cita de emprendedores: Paco Martínez-Cosentino. El presidente de Grupo Cosentino ha explicado a los alumnos las claves del éxito de la empresa líder mundial en superficies de cocina, animándolos al mismo tiempo a perseguir con todas su fuerzas aquello que anhelan. El seminario, cargado de optimismo, deja atrás tres jornadas de intensas y apasionantes ponencias, cuyo denominador común ha sido la llama interior de sus protagonistas, personas que con una pasión han llegado muy lejos.
El último día de este seminario, que tuvo en 2008 su primera edición, ha contado con la intervención de otro emprendedor nato: Paco Ortiz, presidente de Xtraice, una compañía líder en la fabricación de pistas de hielo sintético que hoy día es líder en el mundo entero. Este sevillano ha contado cómo fueron sus inicios y algunos de sus fracasos, de los que siempre logró levantarse. “Llamé a Disneyland París para venderles mi producto. Lo hice dos veces y me colgaron el teléfono. De manera que me fui a París y averigüé lo costosa que era la pista de hielo que tenían. Así que, ya en España, llamé de nuevo para decirles que se iban a ahorrar muchísimo dinero con mi hielo sintético. Ahí empezaron a rodar las cosas”, relata.
Para Ortiz, la vida y los negocios le han enseñado a aprender de los fracasos y también a ser prudente en algunas ocasiones. “Hay que anteponer el negocio al orgullo”, recomienda. Hace hincapié en las verdaderas necesidades: “¿estamos ofreciendo lo que la gente necesita o lo que nosotros queremos?”. Este emprendedor, que asesora a los jóvenes y que está poniendo en marcha una escuela de emprendedores, Cosmopolitia, cree que “no hay que ser persona de 360 grados, sino que uno debe centrarse en su fortaleza”.
Tras visionar un video de Grupo Cosentino, Paco Martínez-Cosentino ha hablado de los fundamentos de la empresa, de las claves que han llevado a la compañía a ser hoy el referente mundial en el sector de la piedra. “Innovación, internacionalización, formación y equipo son los argumentos para llegar muy lejos, para seguir progresando siempre”, ha afirmado. Martínez-Cosentino ha regresado a los inicios de la empresa, a las dificultades que sufrieron en determinados momentos e incluso a la ruina después de algún fracaso. “Pero la gente confiaba en nosotros y nos volvimos a levantar”, asegura. En los años noventa crearon el Silestone que, dirigido a las encimeras de cocina, fue la punta de lanza de la empresa. Hoy, Cosentino, gracias a Silestone y a otros materiales, entre los que se encuentra el revolucionario Dekton, está presente en multitud de países y da trabajo a más de dos mil personas, “cuando empezamos con diecisiete empleados en una nave pequeña”.
Antes de la clausura, protagonizada por Eduardo Martínez-Cosentino, presidente de la Fundación Eduarda Justo, el director de la organización, Juan Martínez Barea, ha resumido las principales ideas sobre las que ha girado el seminario, y asimismo ha detallado el proyecto que él mismo está llevando a cabo desde una compañía biotecnológica llamada Universal Diagnostics. Se trata de una idea que revolucionará la sanidad en el mundo entero gracias a unos test de sangre que predicen el cáncer para detectarlo a tiempo para su posterior cura.
Concluye, de este modo, el VII seminario Líderes del Futuro, con la participación de emprendedores de diferentes disciplinas, como Ignacio Hernández Medrano, neurólogo y empresario que quiere acabar con las enfermedades raras en el mundo, Karen Márquez, fundadora de Infantium, Álvaro Leiva, quien habló de líderes que cambian vidas, Miguel Milano, presidente para Europa, África y Oriente Medio de Salesforce.com, el explorador Javier Campos, Ignacio Cañaveral, fundador de Pandorai, el fundador de una start-up de fabricación de microsatélites espaciales, Raycho Raychev, o la ganadora de la beca de la Fundación Eduarda Justo, Azahara Gracía Espejo.
