Visita de las delegadas al centro de Retamar
ALMERÍA.- Un total de 355 reclusos de la prisión El Acebuche se han matriculado este curso en alguna de las modalidades de formación ofertadas por el Centro de Educación Permanente ‘Retamar’, que se ha convertido en un referente por su proyecto innovador de fomento de la convivencia positiva en entornos cerrados. La delegada del Gobierno de la Junta, Gracia Fernández, acompañada por la delegada territorial de Educación, Francisca Fernández, ha visitado sus instalaciones en el centro penitenciario y ha mantenido un encuentro con la plantilla de profesorado compuesta por 14 docentes.
Entre los planes educativos que se imparten en el CEPER Retamar, se encuentran la formación básica, con 148 alumnos; el curso de preparación para la prueba de obtención del título de Graduado en ESO, con 38 alumnos; la preparación para la prueba de acceso a ciclos formativos de Grado Medio, que cursan 43 reclusos; fomento de la cultura emprendedora, con 28 alumnos, y formación en interculturalidad y español para extranjeros, una modalidad que cuenta con 88 alumnos. Además de estos planes educativos reglados, 28 reclusos cursan Bachillerato a través del Instituto Provincial de Educación Permanente.
Espacio de Paz
Durante la visita, la delegada del Gobierno, Gracia Fernández, ha destacado el trabajo que desarrolla el CEPER Retamar ‘en la promoción de la cultura de paz, en la resolución de conflictos de forma pacífica y en la aplicación de prácticas que favorecen la convivencia a la educación de los adultos en prisión’. ‘Un proyecto que se ha convertido en referencia para otros centros penitenciarios y que el pasado año recibió el reconocimiento de la Consejería de Educación’, ha señalado su delegada territorial, Francisca Fernández.
Los docentes del CEPER Retamar también participan en varias iniciativas europeas.
Comenzaron en 2013 con un programa de intercambio de metodologías de educación para reclusos con otros centros de Italia, Portugal y Francia, y desde este año y hasta 2018 llevarán a cabo otros dos proyectos internacionales. El primero de ellos se centra en la respuesta multidisciplinar para luchar contra la radicalización en la cárcel y se desarrolla con la colaboración de centros de Francia, Turquía, Alemania y Hungría. El segundo está dirigido a la elaboración de un programa pedagógico intensivo para que los internos aprendan valores cívicos y sociales con los que defenderse de la radicalización. Se pondrá en marcha a finales de año con la participación de otros centros de Malta, Turquía, Francia, Bélgica e Italia.
