Las empresas siempre tienen la necesidad de atraer la atención de nuevos clientes, pues esto les lleva a generar más ingresos y garantizar su supervivencia. La publicidad y el marketing son dos herramientas imprescindibles para lograr estos objetivos, y además, son dos disciplinas que están en constante evolución.
El marketing, por ejemplo, ha vivido en los últimos años una época dorada debido al impulso que ha generado el marketing online. Esta forma de hacer promoción y llegar a los clientes vía telemática se ha reforzado por dos motivos claros: la dependencia de internet y su carácter de eficiencia.
El cambio de hábitos de los consumidores se muestra en que cada vez estamos más inmersos en el universo de internet, especialmente personalizados por el crecimiento del ecommerce y por las redes sociales. El segundo argumento es su carácter económico, hacer marketing online es más rentable o eficiente que hacerlo offline, cuando se hace bien.
No obstante, dirigir toda la estrategia de marketing y publicidad hacia el escenario online puede ser también un error, pues a los consumidores también les causa impacto la publicidad tradicional, o incluso la publicidad efectiva con estos métodos offline que consigue atraer su atención.
Una muestra de estas nuevas formas de publicidad es el Street Marketing, que aúna la publicidad en la calle con ir más allá de esta disciplina para convertirse en una experiencia y formar parte del juego que propone la marca en cuestión.
¿Qué es el Street Marketing?
El Street Marketing puede definirse como una estrategia publicitaria encaminada a aumentar el reconocimiento de la marca mediante el ingenio, la creatividad y la diferenciación. Por su propia denominación, se desarrolla en la calle y una de las claves es que busca la interacción de los consumidores para sorprenderles.
Esta fórmula se asemeja mucho a una práctica que funciona desde los años 80, el marketing de guerrilla, que busca la misma finalidad, generar impacto e interés entre el consumidor a través de la creatividad. Sin embargo, el Street Marketing siempre se ejecuta en la calle, algo que no ocurre con el marketing de guerrilla.
Existen muchas dinámicas para poner en marcha esta estrategia publicitaria. En los últimos años se ha puesto muy de moda la realización de flashmob y performances multitudinarias, espectáculos en los que un grupo de personas realizan un show guionizado para hacer partícipes a otra mucha gente, pero haciendo creer al espectador y posible participante que lo que ocurre es todo improvisado.
¿Cómo se puede diseñar una acción potente de Street Marketing?
Esta fórmula publicitaria admite todo tipo de acciones, aunque tiene un condicionante básico, debe ser elaborada en plena calle y atraer a muchos usuarios. En ocasiones, no es necesario siquiera disponer de un gran presupuesto, sino hallar una idea que sea bien recibida por parte de los consumidores.
No obstante, algunos elementos siempre son bienvenidos, como los carteles publicitarios o los rótulos LED como los de Ledvolution. A esta fórmula publicitaria se apuntan todo tipo de organizaciones, desde grandes empresas hasta administraciones públicas, pasando por pequeñas y medianas empresas que diseñan sus propias estrategias en una dimensión menor.
Los graffitis forman parte del Street Marketing, así como diversas campañas de promoción en el transporte público. En ocasiones basta con servirse de un paso de cera para decorarlo con el emblema de una marca, escribir poesías en ellos o, incluso, lanzar campañas gubernamentales (sirvan de ejemplo los buzones pintados con la bandera LGTB en el pasado Orgullo, acción que revirtió en miles de euros de beneficios para Correos).
Hacer al usuario partícipe de la estrategia publicitaria
El objetivo más deseado en las campañas de Street Marketing es captar la atención del usuario y que la marca quede en su retentiva por mucho tiempo. Hemos de tener en cuenta que una persona visualiza cada día miles de anuncios y campañas publicitarias, luego es importante destacar entre todas ellas.
El Street Marketing juega con esa estrategia de hacer partícipe al propio usuario de lo que se está promocionando. Esto genera interés en el propio consumidor, que se ve tentado por el ingenio de la marca, su propio deseo de obtener productos de esa marca o la intención de superar el reto o ver qué le propone la publicidad.
No hay reglas establecidas para el Street Marketing, solo unas pinceladas generales que van trazando esta estrategia publicitaria. En cualquier caso, su presencia es cada vez más habitual, de ahí que muchas empresas se preocupen más y más por reforzar estas prácticas en sus organizaciones.
