sábado. 20.04.2024

Ciudad de la Justicia de Almería



El Juzgado de Menores de Almería ha declarado firme la sentencia que condena a un menor a seis meses de libertad vigilada por agresión a un compañero de clase en el IES 'Rosa Navarro' de Olula del Río, de manera que requiere al menor para que evite el contacto con la víctima en el centro educativo y en su lugar de trabajo así como a la Delegación Territorial de Educación, que fue declarada responsable civil solidaria junto a los padres del agresor por tener "constancia de la situación de peligro" en la que se encontraba el chico de 12 años.

La diligencia, consultada por Europa Press y por la que se declara la firmeza del fallo dictado el 25 de mayo, requiere a los padres del menor y a la Junta para que hagan efectiva así la indemnización de 4.546,75 euros a favor del perjudicado, de forma que les apercibe del embargo de sus bienes en caso contrario.

La sentencia dio por acreditado que la Consejería, la Inspección Educativa y el centro conocían la situación, que "aconsejaba el cambio de clase", pero que no adoptó esta medida "que se reputa esencial", sino que optó, entre otras, por una "reubicación en el aula".

De acuerdo a estos argumentos, el no haber empleado "las precauciones adecuadas para impedir el evento daños" o, al menos, "no haber actuado, favoreciéndolo", el juez falló que el menor agresor y, solidariamente, sus padres y la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía indemnicen a la víctima con 4.546,75 euros, esto es, lo solicitado por la acusación particular dirigida por el letrado Juan Padilla, del bufete 'Crealia Abogados'.

La última resolución dictada el pasado 25 de septiembre por el secretario judicial recuerda la prohibición de comunicación del agresor con la víctima, por lo que no podrá acercarse al mismo a menos de diez metros durante 180 días "para evitar el contacto en el instituto".

No obstante, el menor agredido, que padece una discapacidad psíquica y pasó prácticamente todo el pasado curso escolar con clases en su vivienda, ha optado por el momento continuar con esta medida escolar, según detalló a Europa Press su madre, Inmaculada Rivas, quien dio cuenta de la "gran mejoría" que había experimentado durante los últimos meses, con lo que no descartan la vuelta a las aulas aunque, según los facultativos, "aún es pronto".

En este sentido, la madre del joven ha advertido que en caso de regresar al instituto para cursar junto a sus compañeros tercero de la ESO, "habría que adoptar algunas medidas" para asegurar que el menor cuente con un entorno "seguro y tranquilo" en el que se garantice el cumplimiento de las medidas judiciales.

"LO AGARRÓ DEL CUELLO Y LO EMPUJÓ"

Según recogen los hechos probados, sobre las 14,59 horas del 21 de septiembre de 2016, el menor de 16 años, durante la clase de educación plástica, se abalanzó sobre su compañero y "sin mediar palabra y con ánimo de atentar contra la integridad física", le agarró "con fuerza del cuello y lo empujó contra la pizarra".

La víctima sufrió lesiones contusiones dorsal y lumbar para cuya sanidad precisó de una primera asistencia facultativa pero, dado que ya padecía trastornos previos, tardó en curar 60 días.

El juez subrayó como pruebas de cargo frente a la versión exculpatoria del adolescente el testimonio de la madre del niño de 12 años, quien relató que tras el ataque "habló con el director del centro y este le dijo que lo sentía y que adoptarían medidas para impedir que se repitieran hechos similares" y manifestó "además su indignación porque su hijo ya había sido agredido meses antes por varios chicos y ella había advertido de ello al centro para el nuevo curso porque en la clase había amigos de dichos chicos".

La sentencia aludió también a la profesora, quien testificó que, cuando faltaban minutos para terminar la clase y los alumnos se hallaban ya formados para salir en dos filas, "vio de pronto al acusado dirigirse en diagonal de una fila a otra, donde estaba el denunciante, al cogió del cuello y empujó contra la pizarra hasta que los separó y el agresor huyó".

Remarcó que ella, en contra de lo sostenido por la defensa que alegó defensa propia, "no vio ninguna provocación" por parte de la víctima y sostiene el juez que fue el acusado quien se acercó al denunciante para "obligarle a parpadear primero e hizo amago de golpearle, por lo que este, creyendo que iba a ser agredido, reaccionó dándole una bofetada".

"Fue entonces cuando le cogió del cuello y lo empujó contra la pizarra, por lo que se deduce que si hubo provocación, fue a cargo del acusado", concluye.

CONDENADO ANTERIORMENTE

El Juzgado de Menores ya impuso al adolescente condenado seis meses de libertad vigilada por un capítulo de amenazas posterior, el pasado 29 de enero, de acuerdo con la sentencia sobre la que cabía recurso, el denunciado inició una discusión con la madre de la víctima cuando esta bajó del coche con su hijo cerca de su vivienda.

Fue en el curso de esa discusión cuando el menor comenzó "de modo insistente" a decirle "se te va a caer el pelo" al tiempo que se refería a su hijo "haciendo un gesto de cortarle el cuello", expresiones que le profirió "con el ánimo de atemorizarla".
--EUROPA PRESS--

El juzgado ordena indemnizar al menor agredido en Olula y aplicar el alejamiento del autor
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