martes. 23.04.2024

Asistentes a la reunión donde se decidió la drástica medida

ALMERÍA.- Las asociaciones de Padres y Madres de los Conservatorios de Música y Danza de Almería no dejarán que comience el curso el próximo 15 de septiembre como establece el calendario escolar ni dejarán entrar a sus hijos hasta que se inicien las obras que se vienen reclamando de forma histórica desde hace 25 años, señalan en un comunicado hecho público tras una multitudinaria reunión que tuvo lugar este lunes en el centro.

 

Nota de prensa

Las reivindicaciones de los padres y las madres de los conservatorios de Música y danza de Almería no son nuevas. Sí lo son las medidas que ahora han acordado tomar tras los 25 años de espera a que sus demandas se atiendan sin resultado alguno. Según han apuntado, las precarias y mantenidas condiciones en las que los alumnos reciben su educación musical así como la de danza han desembocado “en este punto en el que nos vemos obligados a impedir el comienzo de las clases el día 15 de septiembre y de forma indefinida como medio de protesta”, aseguran desde las presidencias de ambas AMPAs.
Tras más de 20 años solicitando a las instituciones correspondientes que tomen las medidas necesarias para frenar esta situación y no obtener por parte de éstas ninguna respuesta, los padres y las madres “no tenemos otra opción que tomar esta medida extrema para proteger la salud y la integridad de nuestros hijos y para luchar por la calidad de la enseñanza musical que reciben”, explican.


En ese sentido, puntualizan que los aspectos citados son sus únicas preocupaciones, por lo que han exigido que tanto el colectivo como sus demandas sean desvinculados de cualquier formación política con la que hayan podido ser asociados “ya que nunca ninguna sigla ha tenido nada que ver con nuestras libres y limpias reivindicaciones”, aclaran.
Por ello, desde las 17.00 horas del día 15 de septiembre –fecha de inicio del curso- han anunciado que padres, madres y alumnos permanecerán ante las puertas del Conservatorio en unas mesas informativas “y nuestros hijos no entrarán en las aulas hasta que tengamos constancia de que se han iniciado las obras que demandamos”, asegura el colectivo, en el que son 1.000 las familias afectadas, según detallan.


En la tarde del día 12 de septiembre, casi medio millar de personas abarrotaron el salón de actos del IES Alborán para participar en la asamblea a la que las AMPAs convocaron para informar y concretar esta medida de protesta.


Tal y como relatan, la grave circunstancia –única e insólita en toda Andalucía- por la que los conservatorios de Música y Danza se ven obligados a compartir el mismo edificio, al carecer éste último de instalaciones propias, es una de las causas más importantes de la situación que soportan. Además de la natural falta de espacio, esto hace que las actividades de ambos conservatorios se interfieran mutuamente como consecuencia de no contar con unas instalaciones propias y adecuadas a cada disciplina.


Auditorio de Música
Los estudiantes de Música frecuentemente ven interrumpidas sus clases por los sonidos procedentes de las de baile flamenco o español que se imparten en muchas ocasiones en el piso de arriba, justo encima, en donde la música o el taconeo generan un molesto y contundente nivel de ruido ante la ausencia de una correcta insonorización, lo que también genera una reverberación significativa durante las clases de instrumento y un alto nivel de decibelios.


Por este motivo, se han detectado ya casos de lesiones auditivas de importancia en algunos de los alumnos e incluso se están realizando estudios al respecto por parte de profesionales de la Universidad, en los que se constata la pérdida auditiva crónica debida a estas condiciones en las que se desarrollan las clases.


Otra de las grandes carencias del Conservatorio de Música, como recuerdan desde el AMPA Santa Cecilia, es la ausencia de un auditorio en el que los alumnos puedan realizar sus audiciones en el marco de un espacio escénico digno y adecuado. No en vano es el único conservatorio profesional de Andalucía que no cuenta con una instalación de estas características.


A estas quejas se une la de la falta de plazas reclamada también por los padres y las madres, quienes denuncian cómo los mejores alumnos “son sistemáticamente excluidos del sistema al acabar las Enseñanzas Básicas con excelentes calificaciones y no poder acceder a las Enseñanzas Profesionales”. En el presente curso un total de 16 alumnos han perdido la posibilidad de seguir estudiando ante la persistente negativa de la administración para ampliar el número de plazas.


Lesiones
En el caso de los alumnos de Danza, los inconvenientes son múltiples si se tiene en cuenta que el edificio no fue concebido para albergar este tipo de enseñanzas y por lo tanto no se encuentra acondicionado a tal fin. El estado de deterioro del parqué provoca continuos cortes y heridas en las piernas de los estudiantes, así como la superficie del suelo de algunas aulas, que no está adaptada para según qué disciplinas, por lo que los alumnos de flamenco o baile español, por ejemplo, sufren diversas lesiones de rodilla al tener que practicar sobre un linóleo, que no está indicado para este tipo de actividad. Y también al contrario: alumnos y profesores de danza clásica tienen que dar las clases en suelos habilitados para el flamenco.


Al mismo tiempo, el AMPA Santa Catalina asevera que las aulas de danza clásica no tienen la altura ni las medidas reglamentarias, además de que en ocasiones cuentan con columnas repartidas por el espacio, una circunstancia que obliga a los alumnos a salir al pasillo para practicar determinados saltos que no pueden ejercitar dentro. Asimismo, el hacinamiento en determinadas clases es patente al ser su espacio insuficiente y los alumnos tampoco disponen de aulas de calentamiento ni para las clases teóricas.
Los padres y madres de los alumnos de Danza añaden que el lamentable estado de las duchas y los vestuarios así como la ausencia de climatización del centro en invierno y en verano constatan la precariedad de un edificio que, por si fuera poco, cuenta también con daños en su estructura y ya ha sufrido algún que otro accidente que ha impedido el normal uso por parte de estudiantes, padres y profesores.

Desplazamientos
Para ambos colectivos de alumnos –música y danza- la citada falta de espacio genera también otros inconvenientes, ya que algunas de las clases tienen que impartirse en centros cercanos como el IES Alborán, el IES Azcona o el CEIP Padre Méndez, lo que conlleva una significativa pérdida de tiempo para los estudiantes en el desplazamiento entre clase y clase así como la peligrosidad para los más pequeños del conservatorio, que acceden a estas enseñanzas con tan sólo ocho años y tienen que cambiar de edificio atravesando una calle, en ocasiones de noche y sin acompañamiento alguno, a no ser que los padres acudan a hacerlo con ellos.


Las AMPAs declaran que se trata de la última oportunidad para salvar los estudios de Música y Danza en Almería, para pedir a las administraciones que den vía libre a los proyectos de construcción del edificio para albergar el Conservatorio de Danza, cuyos terrenos ya fueron concedidos en la Vega de Acá, así como para el de la edificación del Auditorio y un aulario en el terreno –también concedido a tal efecto- que se encuentra anexo al Conservatorio actual de Música y que estaba contemplado dentro del proyecto inicial de hace 25 años.

El curso no comenzará en el Conservatorio de Almería hasta que se inicien las obras
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