miércoles. 24.04.2024

Llegar a fin de mes con algo de dinero ahorrado es más complicado de lo que parece. La razón es muy simple: la mayoría de las personas tienen poco margen entre lo que ganan y lo que gastan. Cuando se obtiene un pequeño superávit mensual, gastarlo con facilidad es algo a la orden del día.

De hecho, cada vez son más las personas que recurren a webs como Avinto para conseguir ese dinero extra que ha sido imposible ahorrar. Mientras la necesidad del usuario no supere los 300 euros, que es la máxima cantidad que conceden, sus préstamos son una opción para salir del paso en ciertos momentos. 

El punto de partida del ahorro es reducir gastos, sin embargo, no es suficiente para llegar a esa cantidad propuesta. Toma nota de unos consejos que quizá puedan ayudarte a terminar el año con un pequeño cochón económico. 

Automatiza traspasos entre tus cuentas

El plan de ahorro automático es el método más sencillo de ahorrar. Muchos bancos permiten a sus clientes configurar traspasos o transferencias periódicas de la cuenta en la que recibe la nómina a una cuenta de ahorro o de inversión.

Con la automatización no hay excusa para los olvidos ni tampoco hay que tener la voluntad de hacerlo mes a mes. El día señalado el dinero cambia de cuenta sin trabajo extra para ti. Si quieres ahorrar más, busca una cuenta de ahorro que ofrezca intereses altos. 

Incrementa la cantidad de forma exponencial

Cuando ya tengas el plan de ahorro automatizado, auméntalo un 1% entre los 6 meses o un año. Por ejemplo, si ahorrar un 10% de la nómina durante 6 meses, al séptimo aumenta un 1% y así sucesivamente.

Esto funciona porque de manera progresiva ese aumento casi ni se nota y al final de año si habrá supuesto una cantidad más golosa con la que seguro que se te ocurre algo que hacer o prefieres sigues aumentando poco a poco. 

Pon nombre a tus objetivos

Dar nombre a las metas de ahorro motiva. Por ejemplo, si tu objetivo de ahorro a un año es irte de vacaciones al Caribe, ponle de nombre a ti meta algo motivador como “Verano Caribe”.

Según la contabilidad mental, un concepto financiero muy acertado para este caso, está comprobado que definir así los objetivos ayuda a caminar por la dirección correcta y es bastante más efectivo que si solo pones “Ahorros”.

Priorice el ahorro

Primero ahorra y después todo lo demás, es decir, no hay opciones. Si quieres terminar el año con dinero en tu cuenta de ahorro haz que este sea como una factura más de luz, la letra de un coche, el seguro del hogar…. Lo que sea. Después de haber traspasado el dinero del ahorro, vendrá todo lo demás. Págate a ti mismo como si de un acreedor se tratase.

Visualiza tu futuro yo rico

La visualización puede ser una poderosa arma para conseguir aquellos objetivos financieros propuestos. ¿Te ves rico, comprando una casa, con un coche nuevo? Si la respuesta es que no, empieza a cambiar el chip de tu cabeza y piensa de vez en cuando en esas vacaciones que vas a tomarte. 

Crear mapas mentales de uno mismo haciendo realidad sus sueños activa el cerebro de la misma manera que hacerlo. Visualizarse como un ahorrador nato hará que tus metas económicas estén cada vez más cerca sin que te olvides, claro está, que llevar a cabo todas las medidas para lograrlo. 

Cuantifica las compras en término de horas trabajadas

Eso de “darse un capricho” es peligroso. Antes de lanzarte bien al mundo del hedonismo, piensa si el capricho en cuestión merece la pena y cuántas horas de trabajo puede suponerte el homenaje.

Por ejemplo, pasar tu tarjeta de crédito para comprar unas botas de 200 euros es un acto rápido, fácil e indoloro. Antes de pagar, calcula mentalmente cuántas horas de trabajo te supone esa compra. Si hecho el cálculo crees que merece la pena, ¡adelante con ella!

Reflexionar antes de comprar

Si a veces has tenido remordimientos después de una compra puede ser porque te dejaste llevar por el impulso. Esta es una tendencia muy común, así que lo más sensato es darse 24 horas a modo de jornada de reflexión antes de adquirir un bien o servicio si es especialmente costoso. 

Este pensamiento ayuda porque separa necesidad de deseos y te permite colocar cada cosa en su sitio. Si tras este tiempo tienes clara la adquisición no habrá duda para el arrepentimiento.

Date algún capricho planificado

Aunque esto pueda parecer contradictorio, no lo es, ya que un amanera de ahorrar más es permitirse un derroche planificado. Determina con antelación cuánto dinero puedes gastarte para ciertos placeres y que la cosa no se descontrole. Por ejemplo, un tratamiento facial cada 2 meses, una cena en un restaurante al mes… lo que sea.

Esto funciona porque al ahorrar hay un aspecto de privación relacionado y si te mentalizas con que nunca podrás hacer nada, querrás hacerlo todo y te verás desmotivado. Además, es más probable que hagas trampas al no ver ningún aliciente que se salga de tu estricto plan de ahorro. 

Consejos para ahorrar en 2022
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