viernes. 29.03.2024

Ni los políticos se aguantan. O al menos eso se desprende de las referencias que unos y otros se hacen sobre su papel en el Pleno del ayuntamiento capitalino. El portavoz del Grupo Socialista reprocha al alcalde de Almería que permita comparecencias excesivamente largas que apenas aportan nada y hacen interminables las sesiones. Los del PP no soportan el discurso de IU con mociones que a su juicio sobrepasan el ámbito local en el que les gustaría centrar el debate, aunque reconocen que todos han abusado en uno u otro momento de este tipo de prácticas. En el PSOE tampoco están conformes con que cada crítica al Gobierno central se responda por parte del PP con una queja hacia la gestión de la Junta ni con que algún que otro parlamentario abuse de esta condición para repetir discursos que ya han 'soltado' en la Cámara andaluza.

Así unos y otros se van enredando en cuestiones que cada vez alejan más al ciudadano de la administración más cercana como es un ayuntamiento. Por contra, emergen nuevas fuerzas políticas como UpyD o Equo que sin tener representación en el plenario aprovechan las sesiones ordinarias para intervenir en los ruegos y preguntas. Y toma fuerza también la presencia de ciudadanos de a pie que quieren obtener respuestas directas de sus administradores sobre cuestiones que les preocupan. Es sin duda, el momento más fresco de un pleno que se ha prolongado por espacio de más de cinco horas que cada vez se hacen más pesadas. Y resulta refrescante este momento porque, en general, se abusa poco de largas exposiciones y se va al grano de lo que preocupa o se busca respuesta sin importar que en esa pregunta alguien pueda ofenderse. Es sin duda, el trabajo que han iniciado quienes aspiran a sentarse algún día en un sillón del plenario que, de lograr, esperemos siga en esa línea.

Entre esos ruegos, se ha dejado plasmado una vez más el llamamiento que desde la calle se hace a la celebración de los plenos por la tarde para que pueda participar la ciudadanía, dado precisamente lo prolongado de algunas sesiones que impide a quien quiere hacerlo esperar su momento para poder intervenir. Sin embargo, esta petición parece difícil de conceder porque todo apunta a que precisamente por la mañana y tratando de terminar a horas intempestivas, los políticos se salvaguardan de más de una pregunta incómoda. Las de las sesiones plenarias ya se conocen con antelación y permiten preparar la respuesta.

Plenos tediosos