jueves. 28.03.2024

Siempre resulta curiosa, por más que sea reiterativa, la doble vara de medir que tienen los políticos de uno y otro signo a la hora de pedirse explicaciones y exigir responsabilidades. Resulta cínica además cuando en cuestión de horas escuchas cosas contrapuestas por boca de políticos del mismo partido.

Como estamos inmersos en un nauseabundo tufo de corrupción, también aquí en Almería, son varios los casos que han estallado a la vez y para los que se imponen 'diferentes penas' políticas que van a menor grado cuanto mayor es el 'delito'. Aunque parece un embrollo, en realidad, en el trasfondo, sólo hay una concepción absurda de que solo dos partidos valen, un tercero está por ganárselo, y lo que haga el resto parece importar poco.

Esta semana se conocía una sentencia que condenaba al andalucista y actual concejal de Urbanismo, Cándido Trabalón, a una pena de prisión e inhabilitación para cargo público que apenas ha importunado a las bancadas socialista y popular. Y ello a pesar de que en Zurgena existe un pacto PP y PA, que permite a Trabalón formar parte del gobierno. Pues bien, al PP le parece que es el PA quien tiene que tomar la iniciativa si estima que debe cumplir sentencia o recurrirla pero que de ninguna manera, a pesar de la condena, el asunto le atañe. Es decir que al PP le da igual gobernar con quien sea, así esté condenado por la Justicia. El PSOE ni se pronuncia.

Sin embargo, al PP no le da igual que quien le haga oposición en un ayuntamiento sea un socialista al que ha llevado ante la Justicia por la sospecha de que pudo cometer alguna irregularidad durante su gestión y haya sido llamado a declarar como imputado.

Parece incomprensible que se pida un cese de un concejal imputado, y aquí no le importe entrometerse en las filas de otro partido, pero sin embargo, prefiera mirar para otro lado cuando se trata de un condenado que le ayuda en las tareas de gobierno.

Penas políticas para condenados e imputados