miércoles. 24.04.2024

La sentencia del tribunal de Luxemburgo en la que se deja en evidencia una ley hipotecaria injusta y desequilibrada para los intereses del consumidor ha llegado muy tarde pero ha supuesto un gran alivio para miles y miles de personas pendientes de una ejecución de desahucio. Por una vez, en los últimos tiempos, una disposición que viene de Europa, claro que no tiene colores políticos de por medio, piensa más en el ciudadano que en lo que es bueno o no para el mercado o la economía.

La lástima es que haya habido que esperar tanto y aquí se haya sido tan necio como para no reconocer los reclamos de la calle, sin duda, razonables y se haya vestido de irracionalidad, -con escenas violentas tanto cuando la policía ha tenido que reducir a familias y niños para que se ejecutara una orden judicial como cuando alguien ha decidido acabar con su vida al sentirse sin fuerzas para seguir adelante con este atropello-, unos planteamientos sensatos. Y es que no se puede entender que si el hipotecado deja de pagar algún mes al banco, éste pueda desahuciarlo mediante un procedimiento acelerado mientras que si el deudor entiende que el contrato es abusivo emprenda un procedimiento más largo que aunque gane al final, ello sea a costa de perder su casa. La práctica resulta tan grotesca que no parece ni necesario que un juez tenga que afirmar que hay un 'desequilibrio importante'.

Ahora, sin embargo, se abren muchas incógnitas porque como bien plantea la Plataforma contra los Abusos Hipotecarios si la sentencia no se aplica con carácter retroactivo sería una enorme injusticia. La calle ha ganado esta batalla, es de recibo reconocerles el mérito, pero aún habrá que esperar a ver como se resuelven los casos abiertos y si se atienden sus otras demandas como la dación en pago.

La otra incógnita es saber cómo van a reaccionar los bancos. Ahora que las cláusulas abusivas no van a ser una herramienta con la que poder pactar un préstamo hipotecario es de prever que aparezcan nuevas 'fórmulas' para tener 'bajo control' al hipotecado o también es más que probable que se cierre el grifo de los préstamos hipotecarios o que éstos se encarezcan de forma importante. Estos aspectos tendrán que tenerse en cuenta en los cambios de la ley, que el PP, a juzgar por la declaraciones de unos y otros, acepta a regañadientes.

La sentencia de Luxemburgo, un alivio
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