miércoles. 24.04.2024

Tal vez consideren que se trata de denuncias menores o prefieren no airearlas mucho con réplicas, -conscientes de que son ciertas-, para que se pierdan de la memoria lo antes posible, pero el que calla otorga. Ni la portavoz en el Gobierno municipal de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera, ni el alcalde de La Mojonera y parlamentario andaluz, José Cara, han dado explicaciones públicas de sendas denuncias lanzadas por IU y PSOE.

IU ha acusado, y además ha aportado datos que ha remitido a Fiscalía, a Cabrera de utilizar medios municipales para asuntos propios como es arreglar su vehículo particular en una nave municipal a manos de un empleado público. La falta de respuesta por parte de la edil, que no tiene pelos en la lengua a la hora de arremeter contra la coalición de izquierdas cada vez que ésta hace una denuncia pública, es cuando menos sospechosa y habrá que suponer que ha sido cazada. No es la primera vez, ya se ha denunciado en alguna otra ocasión, que desde el Consistorio roquetero quien gobierna hace uso de lo público como si de su propiedad fuera. Tal vez el asunto no pase de una reprobación si prospera en los juzgados pero resulta especialmente grave este tipo de prácticas porque se empieza arreglando el coche y se termina metiendo las dos manos en las arcas públicas , a ver cuánto dinero me entra, como parece que está sucediendo con el abominable asunto de los EREs fraudulentos.

Lo mismo sucede con el caso del alcalde José Cara. Parece tener mucha prisa por llegar a tiempo a todas partes y prefiere tirar de vehículo municipal que del propio. Lo cierto es que el mismo ya tiene encima cinco multas por exceso de velocidad, una de las cuales va a ser asumida por el primer edil tras la denuncia socialista, pero está por ver qué va a pasar con el resto. Es inconcebible que para asuntos que no son propios del Ayuntamiento de La Mojonera se haga uso de los medios municipales. Si el alcalde no conducía el vehículo, como parece que quieren argumentar desde el consistorio, se debería abrir una investigación porque es obligación de quien gobierna saber en todo momento que uso se hace de lo público.

Uno y otro asunto no tendrán un gran valor económico pero sí dicen mucho de una forma de gobernar más caciquil que propia de los tiempos actuales, en los que, no olvidemos, asistimos a una crisis no sólo económica sino también de valores de la que difícilmente vamos a remontar sino somos capaces de acabar con este tipo de prácticas.

El que calla otorga
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