sábado. 20.04.2024

CARMONA (SEVILLA), 22 (EUROPA PRESS)

El ministro de Consumo del Gobierno de España, Alberto Garzón, ha defendido que los fondos europeos "deben ser destinados a corregir las desigualdades entre los países", manifestando que "hay que hacer de la necesidad de combatir la pandemia una virtud de modernizar las estructuras productivas del sur".

El ministro ha añadido que "si solo se tapan agujeros, como proponen algunos análisis económicos, compensando simplemente las pérdidas de los sectores productivos, se correría el riesgo de que la Unión Europea (UE) incrementara su desigualdad interna económica y se ensanchara la distancia", según ha recogido en un comunicado la Universidad Pablo de Olavide (UPO).

Garzón ha participado junto al rector de la UPO, Francisco Oliva, en el acto de clausura del seminario online 'Pandemia y alternativas democráticas. Una lectura marxista del cambio de época'.

La formación, dirigida por el catedrático de Teoría de la Comunicación de la Universidad de Sevilla, Francisco Sierra, se ha celebrado en el marco de la XIX edición de los Cursos de Verano de la UPO en Carmona (Sevilla).

El ministro ha recalcado que el impacto económico ocasionado por el Covid-19 ha sido "profundamente asimétrico" entre los diferentes países de Europa, sobre todo en aquellos en los que su economía se sustenta casi exclusivamente en el turismo.

En esta línea, Garzón ha explicado que las medidas de contención del virus, que implicaban el cierre del servicio que tuviera proximidad física presencial, ha repercutido negativamente en el "turismo, en la hostelería y en otros sectores de ocio", donde países como España "tienen un peso muy importante".

También ha destacado el "peligro" que supone una "Europa a distintas velocidades", donde el centro, liderado por Alemania, esté cada vez más cerca de los "países del Este y de China", mientras que la periferia, formada por países como Portugal, España o Grecia, "queden atrás", lo cual "está estrechamente relacionado con los actuales fondos europeos y con la crisis de 2008, cuando se acusó a los países del sur de malgastar el dinero".

En relación a lo anterior, el ministro de Consumo ha sostenido que ese tipo de discurso "incorporan un elemento de clasismo e incluso de xenofobia", teniendo una gran repercusión en la política de algunos países europeos, "especialmente en países del norte para cerrase en banda a cualquier tipo de proyecto de corrección de desequilibrios en el marco de la UE, y esto tiene que ver con todo, con el debate de los fondos europeos y también con el debate de hacia dónde vamos y para qué se usan tales fondos".

Ha señalado que la gran diferencia entre los países del sur y del norte, es que los del sur "compraban productos del norte, como coches", pero "se financiaba con dinero del norte", por lo que esa relación de "simbiosis era la que mantenía el sistema, pero era un modelo insostenible que generaba una divergencia muy clara de estructuras productivas", con un norte "muy especializado en sectores de valor añadido" y un sur "poco preparado tecnológicamente para ser competitivo".

Para concluir, Garzón ha afirmado que el problema de la UE son "las estructuras productivas", debido a que determinados países de Europa sí son "competitivos en sectores de alta tecnología" y de ahí nacen muchas de las diferencias económicas en "términos salariales y laborales".

A este respecto, ha apuntado que el "problema económico" de España "no son los altos salarios ni los privilegios de la clase trabajadora, sino que regiones como el País Vaco, a diferencia de otras como Andalucía, han apostado por una industria con un alto componente tecnológico".

Garzón apuesta por utilizar los fondos europeos para "corregir las desigualdades" entre...
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