Este protocolo es una de las herramientas básica de actuación y en él se recogen , aprovechando todos los recursos sociales y supramunicipales, las actuaciones a seguir por cada servicio profesional implicado, de tal forma que queda claro que se debe hacer, en qué momento, y quien tiene la competencia para realizarlo. "Su finalidad es procurar una atención rápida, coordinada y eficaz, siempre velando por el interés de la víctima", afirma Antonio Bonilla quien añade que "el mismo prevé los mecanismos necesarios para dar asistencia y protección tanto a la mujer como a los hijos o hijas, víctimas de la citada violencia".
Es un documento flexible y sujeto a implementaciones constantes, en virtud a los acuerdos aprobados por la Comisión Local contra la violencia de género, órgano colegiado adscrito al Ayuntamiento, y que favorecerá el intercambio de información, y por lo tanto propiciará una mayor eficacia en la atención.