Tapia, junto al alcalde de la localidad, José Juan Martínez, y el concejal Juan Luis Galera, mantuvieron un encuentro con miembros de la asociación Axdial, para proceder posteriormente a ‘vestir’ de azul la fachada del Ayuntamiento y otras dependencias municipales, el color elegido por esta organización para representar a todas las personas que la padecen. “Es un acto simbólico, pero con el que se logra poner el foco en este asunto, uniéndonos a una de sus principales peticiones, que todos los niños y jóvenes puedan tener un trato igualitario en la educación”, ha resaltado Tapia. Durante dos jornadas, las dependencias municipales mantendrán el color azul, así como una campaña de apoyo en sus redes sociales para apoyar la causa iniciada por esta federación.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural, y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo. Las personas disléxicas manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.