Para un municipio como Níjar con una franja litoral de amplia extensión que, además, está ubicada en pleno Parque Natural, la amenaza de los residuos que terminan en el mar son un grave problema.
Se calcula que cada año, ocho millones de toneladas de basura acaban en el fondo del mar. Toda una amenaza para los ecosistemas y las especies marinas, que llegan a confundir los residuos con alimentos.
Según datos de Naciones Unidas, la basura plástica que no es desechada correctamente causa la muerte de más de un millón de aves marinas y más de 100.000 mamíferos marinos cada año.
El Ayuntamiento de Níjar trabaja varias estrategias para colaborar en la erradicación de este problema, y si bien la principal acción que pueden visualizar los ciudadanos es la sensibilización y concienciación con el reciclaje y la separación selectiva de residuos por medio de los contenedores amarillos y azules puestos a disposición de los vecinos, también existen diversos planes de acción que permitan actuar tanto de una forma directa como participativa.
Entre los proyectos presentados a los programas de resiliencia en el marco de NextGeneration está el de buceo activo, que tratará de convertir a los cientos de buzos que practican este deporte en las cálidas aguas del Parque Natural Cabo de Gata Níjar en las temporadas de otoño e invierno, en voluntarios submarinos para la recogida de residuos. Con un programa de incentivos diseñado para la acción, se trata de aprovechar las inmersiones de los buzos para que en sus rutas por los fondos marinos de Níjar recojan aquellos residuos que encuentren en su camino para su correcto reciclado y tratamiento y preservar así el ecosistema marino.
El Ayuntamiento de Níjar trata de concienciar a visitantes y a sus propios vecinos de que tirar los residuos en la calle, en los espacios naturales o, en definitiva, en cualquier sitio que no sea su contenedor correspondiente conlleva el peligro de que acaben en el mar.
Según el Proyecto LIBERA, de SEO/Birdlife y Eoembes, se estima que el 80% de los residuos que acaban en el mar proceden de la ‘basuraleza’ terrestre, movida y transportada por los fenómenos meteorológicos. Llegan a través del turismo costero, las alcantarillas, desagües pluviales, ríos, vertederos ilegales o zonas industriales. El otro 20% procede de actividades como la pesca, embarcaciones de recreo y el transporte marino.
Además, de todos los residuos de los océanos sólo el 15% vuelve a las costas y playas. Otro 15% acaba flotando en la superficie de los mares y el 70% restante queda atrapado en zonas poco profundas o se hunde en el fondo marino.
¿Y qué hacer desde el lado ciudadano para evitar este problema? Reducir, en la medida de los posible la generación de residuos, hacer una separación de residuos en los hogares y un correcto uso de los contenedores de recogida selectiva que el Ayuntamiento de Níjar pone a disposición de los ciudadanos, y también, recoger todo residuo que nos encontremos en los espacios naturales, porque “aunque no sea tu basura sí es tu problema”.
