miércoles. 24.04.2024

PULPÍ.- Pulpí celebró durante el día de ayer una serie de actos en Conmemoración del 80 Aniversario de la muerte del ilustre pulpileño, Emilio Zurano Muñoz. El alcalde de Pulpí y los concejales del equipo de Gobierno estuvieron presentes en dichos actos.

Las actividades, dieron comienzo a primera hora de la mañana, con la celebración de una Misa en Honor a Emilio Zurano Muñoz, en la Iglesia Parroquial de Pulpí. A continuación, los presentes se dirigieron hacia el Cementerio Municipal, donde a los pies del sepulcro del ilustre pulpileño, se hizo un emotivo homenaje, primero con la ofrenda floral por parte del alcalde y familiares, y seguidamente con la dedicatoria de unas palabras en conmemoración a éste del alcalde; y después de Juan Jerez Zurano, familiar del homenajeado, y del poeta local, José Haro Martínez, quienes leyeron un poema conjunto “El fruto de la constancia”, dedicado a Emilio Zurano en recuerdo de su amena conferencia dada en la Casa Central de Andalucía con consideración, respeto y admiración; y que fue escrito por Ramón de Ugarte Chinchilla.

A partir de mediodía, las actividades se llevaron a cabo en el Espacio Escénico de Pulpí, donde el edil de Cultura del Ayuntamiento, Juan Bautista López, inauguró la exposición de Emilio Zurano, que permanecerá en el pasillo exterior del espacio cultural, y que está compuesta por paneles con la cronología sobre su vida; su biografía, haciendo mención a todas aquellas personas vinculadas a él y que le ayudaron en su trayectoria profesional; sus obras; así como fotografías, cuadros, documentos, libros u objetos que pertenecen a esta importantísima personalidad de nuestro municipio, conocido por todos y cuyo nombre posee el colegio por el que casi todos los pulpileños han pasado.

Por la tarde, se desarrolló la charla coloquio sobre la vida y obra de Emilio Zurano, en el que intervinieron aquellas personas que más información tienen acerca de su vida aportando datos curiosos, imágenes, historias e incluso alguna anécdota de este personaje. Para finalizar, fue presentado el cuento de “El Pastorcico de Pulpí” por uno de los autores, Manuel Sánchez García, una biografía del tío Emilio para niños.

Emilio Zurano Muñoz

Emilio Zurano Muñoz (Pulpí, 10 de agosto de 1857 – Torre Pacheco, 29 de enero de 1943) nació en Benzal, fue escritor, sociólogo, abogado y publicista español. Hijo de los labradores Pedro Antonio Zurano López (1820-1909) y Beatriz María Muñoz Cano (1822-1881), en sus primeros años se dedicó al pastoreo, de ahí el sobrenombre con el que quiso ser llamado el resto de su vida, “El Pastorcico de Pulpí”. Tenía además siete hermanos: Juan, Damián, Luisa, Pedro, Francisco, Antonio y Enrique.

De origen humilde, fue un autodidacta cuyo destino lo llevó de Benzal a Madrid donde logró formarse y ser un erudito. Nació el 11 de agosto de 1857 a tres "leguas de Huércal-Overa, en Benzal, pedanía de Pulpí, que por aquellos entonces, era uno de los núcleos en los que más familias vivían en sus cortijos.

Mientras cuidaba el ganado, Emilio leía y leía cualquier cosa, desde libros de Julio Verne hasta tratados de anatomía que le dejaba el médico del pueblo, devoraba libros con una gran memoria.

Siendo un zagal, su familia labraba entonces las tierras y cuidaba un gran rebaño de cabras y ovejas de una familia huercalense, compuesta por Ginés Mena y su esposa

Irene Sánchez. Se sabe que "el amo" Ginés, escuchó un día "lo listo que era aquel zagalíco" y lo bien que escribía, y le invitó un día a que conociera el pueblo y así poder leer sus escritos en una reunión literaria.

En una de esas reuniones literarias estuvo presente el presidente de la Junta de Socorros del Pueblo de Madrid, el señor Manuel María José de Galdo, que había acudido al Distrito del Levante almeriense para gestionar los socorros concedidos para mitigar la horrible inundación de 1879. En aquel entonces ya había escrito su primer artículo titulado "El hijo del campo", en el periódico El Horizonte, de Huércal Overa.

Allí, cuando tenía 22 años, le cambió la vida al “Pastorcico de Pulpí” y seguramente a Galdo, porque lo acogió en su casa y le ayudó a instalarse en Madrid. Para costearse los estudios, daba clases particulares, entre otros, al nieto de Matías López, uno de los más populares empresarios de Madrid que levantó una gran industria chocolatera. En esta fábrica entró como auxiliar y a los pocos años ya era gerente. La idea de envolver los chocolates y los caramelos de su fábrica con envolturas con mensajes en las que se contaban un montón de datos sobre la historia de España, la geografía, el folclore, la botánica o la zoologia, hizo a Emilio Zurano muy famoso entre sus colegas industriales y se lo rifaban para dirigir empresas o llevarles "las primeras campañas de publicidad" que se conocen en España. Está considerado como el primer publicista español del siglo XX por sus campañas promocionales y por su manera de dar a conocer culturalmente sus productos.

Fue nombrado vicepresidente del Círculo de la Unión Mercantil y fue presidente más tarde, hasta 1916, de esta institución, ahora conocida como la Cámara de Comercio e Industria de Madrid.

Le fue concedida la Gran Cruz de Alfonso XII, y por haber defendido la cultura española desde la industria del chocolate y al frente de la fábrica de Matías López, por medio de las envolturas de chocolates y caramelos recibió grandes premios.

El pastorcico escribió a lo largo de su vida varios libros, artículos, conferencias, que siempre dedicó en su primera página a Manuel María José de Galdo al que describía como "mi segundo padre y protector, así como héroe de la caridad en las inundaciones de 1879".

Al igual que su benefactor, fue un hombre emprendedor, y profundamente religioso.

En 1928 fue nombrado Hijo Predilecto de Pulpí, uno de los actos más importantes que se produjeron en nuestro pueblo en la primera mitad del siglo XX, en el que estuvieron presentes los ilustres Luis Siret y Juan Cuadrado, entre otros, acompañando a las autoridades del momento y a todo el pueblo de Pulpí.

En 1929 dona al Ayuntamiento de Pulpí dos edificios y terrenos suficientes para la construcción de una escuela en la barriada de Benzal, donde él había nacido. Durante 18 años costeó dicha escuela en su pueblo natal y ayudó a restaurar la Iglesia de “San Miguel”, así como caminos rurales del municipio.

Hace 80 años murió en Torre Pacheco, y en enero de 1977, su familia y el Ayuntamiento de Pulpí consiguió permiso para trasladar a un panteón del Cementerio Municipal los restos de su paisano más preclaro: aquel Emilio Zurano, aquel pulpileño, nuestro Miguel Hernández particular, que desafió a la suerte queriendo ser algo más que un pastor de ovejas.

Pulpí celebra el 80 Aniversario de la muerte del ilustre Emilio Zurano Muñoz
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