Juan Antonio López Escobar
EL EJIDO.- La revisión del padrón municipal que realiza el Instituto Nacional de Estadística ha volcado unos datos negativos para la localidad de El Ejido con una pérdida de más de 3.000 habitantes en un solo año, siendo la única gran localidad almeriense que no ha aumentado su demografía.
“Son datos realmente preocupantes, hay un éxodo de población, la gente no quiere vivir en El Ejido”, remarca el concejal portavoz del Grupo Municipal de Izquierda Unida, Juan Antonio López Escobar. “Aquí no existe la excusa de baja natalidad ni de envejecimiento de la población, aquí lo que hay es un municipio que debido a la nefasta gestión del gobierno popular no cumple con las expectativas, que no es atractivo para la ciudadanía, por lo que a la mínima oportunidad los ejidenses se van a vivir a otros sitios”.
Según la organización de izquierdas las razones hay que buscarlas en la gestión de El Ejido: “tenemos unos impuestos altísimos, con las facturas de agua y basura más caras de la provincia gracias a la privatización de servicios públicos; un servicio de transporte público que es casi anecdótico y que no ofrece las prestaciones que demanda la población, prácticamente no existen actividades de ocio y culturales de iniciativa pública, no se apoya al pequeño comerciante y vemos como cada día cierran locales y nuestras calles se quedan vacías, las zonas verdes y de esparcimiento son escasas y no están bien acondicionadas, los núcleos urbanos están totalmente olvidados, el acceso a la vivienda en alquiler de larga temporada es casi imposible y la lista podría continuar, mientras los ejidenses deciden establecer su proyecto de vida en municipios vecinos, el equipo de gobierno esta más preocupado de la foto y de sus líos internos que de gestionar y hacer de nuestro pueblo un sitio atractivo para vivir, como ha sido siempre.”.
Para López Escobar la pérdida de 3.386 habitantes es motivo más que suficiente para “que el PP de Góngora se plantee porqué lo que podría ser perfectamente la población de un pueblo no quiere vivir bajo su gestión” y a su vez apuesta, una vez más, por “la necesidad de una planificación desde lo público, con unas políticas enfocadas a los y las ciudadanas de a pie, con una ciudad a su medida y no acorde con los intereses de tal o cual empresa”.
