jueves. 25.04.2024

ALMERÍA.- El Grupo Ecologista Mediterráneo ha remitido escritos urgentes tanto al Ayuntamiento de Níjar como a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible tras haber observado los trabajos de movimientos de tierra en el paraje El Cambronero (Polígono 261, parcela 21, T.M. de Níjar) con la aparente finalidad de abancalar y nivelar el terreno para su transformación en regadío y construir invernaderos.

Una actuación similar se intentó en el año 2018, pero ante las denuncias del GEM y de otros colectivos fue paralizado por el Ayuntamiento de Níjar ante las evidencias de que incumplían normas básicas de protección de hábitats y especies singulares, además de por no disponer de las pertinentes autorizaciones de uso de aguas, escasas en esta comarca y con una situación agónica de los acuíferos subterráneos, prácticamente agotados y salinizados.

No obstante, el Grupo Ecologista Mediterráneo ha podido observar cómo en los últimos días se han vuelto a reanudar estas actuaciones, al igual que la vez anterior con la utilización de maquinaria pesada. En aquel primer intento los promotores habían intentado realizar la actuación dividiendo los proyectos en superficies de menos de 10 Has para que no fuese necesario realizar estudio de impacto ambiental, aspecto que fue tenido en cuenta por el Ayuntamiento para no conceder la licencia y paralizar la actuación.

Ahora, como entonces, señalábamos la necesidad de que se justificase la disponibilidad de recursos hídricos ya que el acuífero de Sierra de Gata y Acuífero de Campos de Níjar, se encuentran totalmente sobreexplotados, no pudiéndose autorizar nuevos aprovechamientos de aguas, salvo que se tengan otros derechos en materia de aguas privadas que deberán estar en el Registro de Aguas privadas en Andalucía.

Da la impresión de que se quiere establecer un sistema de regadío con el agua desalada de la planta de Carboneras, gestionada por la Comunidad de Usuarios en Níjar, sin ningún parámetro ecológico establecido en el artículo 4 de la Directiva Marco de Aguas. Consideramos que, si el agua desalada de Carboneras se usa para la implantación de nuevos regadíos, se está incumpliendo la finalidad de este recurso que no es otro que conseguir paliar los déficits existentes en la comarca. Los nuevos regadíos suponen un incremento en la demanda, de unos recursos escasos y limitados, que de seguir creciendo amenazan la continuidad de todo el sector agrícola y un progresivo encarecimiento del precio del agua.

La zona en la que se ubica El Cambronero está protegida por distintas figuras de Hábitats Prioritarios de Interés Comunitario, o por estar dentro del Mapa del Ámbito de Aplicación del Plan de Conservación de Aves Esteparias por la presencia de Sisón (Tetrax tetrax), Ganga Ortega (Pterocles orientalis) y Alondra de Ricotí (Chersophilus duponti), entre otras especies consideradas como vulnerables, lo que obliga a la Junta de Andalucia a tomar medidas para la conservación de estos hábitats que se verían destruidos de continuar esta actuación.

Entre otras cuestiones ese Plan de Conservación especifica que resultan una amenaza grave las “Transformaciones de regadío e intensificación de cultivos; este tipo de transformaciones implican una modificación profunda del hábitat que hace que su uso sea inviable para las aves esteparias. Las especies asociadas a los medios esteparios suelen desaparecer totalmente de los terrenos transformados en regadío.

Conforme a la legislación vigente en materia de urbanismo y medio ambiente, todo movimiento de tierras y transformación en regadío necesita una oportuna licencia y una autorización ambiental por parte de la autoridad competente, en este caso el Ayuntamiento y, dadas las características del espacio, de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía. Además. Considerando la extensión de la actuación y su impacto ambiental sobre hábitats y especies protegidas es necesario realizar el oportuno estudio de impacto ambiental, que debería ser aprobado por la Consejería. Habría que considerar además el impacto paisajístico en una zona que se encuentra en las inmediaciones del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar.

Por todo ello el GEM pide que se dé a conocer si estas actuaciones disponen de algún tipo de licencia o autorización y que, en el caso de que se estén llevando a cabo sin ajustarse a las normas ambientales e hidráulicas reguladas por las leyes, “se proceda a la paralización inmediata de las mismas y a la apertura de los oportunos expedientes sancionadores”.

El GEM exige explicaciones por un nuevo intento de construir invernaderos en el paraje...
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