Invernadero
EL EJIDO.- La concesión de nuevas licencias para la modernización de invernaderos y nuevas construcciones ha crecido de manera muy considerable en el primer cuatrimestre de 2014 según los datos de la concejalía de Agricultura del Ayuntamiento de El Ejido que indican que se han presentado 120 solicitudes, superando la cifra global de todo el año 2012.
Desde el gobierno local se confía en que estos datos se vean mejorados de cara a los próximos años, a medida que se vayan implementando las medidas municipales adoptadas. De igual modo, se confirma la tendencia al alza que ya se inició el pasado año cuando las solicitudes fueron 218 frente a las 90 presentadas en 2012.
El 90% de las solicitudes están destinadas a la modernización de la estructura del invernadero ya existente para adaptarlo a mejores condiciones de cultivos, lo que viene reconocer el esfuerzo que realiza el agricultor por mejorar las estructuras dirigidas a alcanzar mayor inercia térmica, mayor capacidad de ventilación para mejorar la renovación del aire, mayor hermeticidad para el control de plagas y, en definitiva, encaminadas a la producción integrada de frutas y hortalizas de excelente calidad.
El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha señalado que “este significativo incremento en el número de solicitudes, que permitirá tanto la puesta en marcha de nuevas construcciones como la modernización de otras ya existentes, se debe, en gran medida, a la adopción por parte del gobierno local de numerosas iniciativas encaminadas a dinamizar e incentivar un sector que resulta de vital importancia para nuestro municipio”.
El equipo de gobierno, tal y como ha apuntado el primer edil, “ha adoptado medidas tales como la habilitación de mecanismos dirigidos a facilitar al máximo los trámites para la remodelación de las instalaciones agrícolas y la obtención de licencias para la instalación de invernaderos, la modificación del PGOU que permitirá a los propietarios de terrenos urbanizables en la carretera de Almerimar y la Bahía de San Miguel poder explotar estos terrenos con la instalación de invernaderos hasta que la zona se desarrolle urbanísticamente”.
Asimismo, se han articulado otro tipo de medidas económicas que afectaban a la presión fiscal que soportaban estos terrenos como la rectificación a la baja en un promedio de un 80% de la ponencia de valores catastrales, que afectaban directamente a impuestos como la plusvalía, el IBI o el de transmisiones patrimoniales por ventas o sucesiones y donaciones, se estaban traduciendo en graves perjuicios para muchas familias que tenían que hacer frente a impuestos confiscatorios.
